El testimonio de Nadia Ghulam, afgana

“VIVIMOS CON PÁNICO”

Nadia Ghulam, de 36 años, es una mujer hermosa, a pesar de las cicatrices. Su rostro es una metáfora de Afganistán, el país de las mil guerras . Vive en Badalona, donde trabaja como educadora social. Habla un castellano y un catalán perfectos, con la dulzura de los poetas persas que estudió en la escuela. La república de Gilead le hace retroceder a un aciago día de 1991.

Tendría unos 8 años. Una bomba destruyó su casa en Kabul e incendió su cuerpo. Su madre se arrojó sobre ella para apagar las llamas, sin reparar en que ella también ardía. Cuando la sacó de entre las ruinas humeantes, comenzó a gritar: “¡Nadia, Nadia, Nadia!”. Fue la última vez que la llamó así en público. Cuando los Ghulam volvieron a tener una casa, Nadia se convirtió en Zelmai, el hombre de la familia.



Su madre le llama todavía hoy hijo cuando logran hablar por teléfono. En el país de los mismos talibanes que ahora se han hecho con el poder, aquella niña tuvo que adoptar la identidad de su difunto hermano mayor, Zelmai, asesinado durante la guerra. Lo hizo porque su padre había enloquecido y ni su madre ni sus dos hermanas pequeñas podían trabajar porque eso es un sacrilegio para los integristas religiosos que interpretan el Corán con un AK-47.

Seguí aquí 👇 su historia 🛑
https://www.lavanguardia.com/internacional/20210818/7667305/vivimos-segundo-panico.html

Fuente: Ayyy Don Este