No entiendo de qué se sorprenden y se enojan. Son los mismos empresarios que invitaron al sátrapa morales, le pusieron una casaca carnavalera y lo rodearon de «dos cortejas» onda aldo peña pa que se sienta en su casa y nos insulte como si fuera él el anfitrión.
Son los mismos que se fueron a reunir al chapare con el mismísimo tiranuelo que lleva 20 años declarando a los 4 vientos que en su «visión de país» no somos más que los caseros temporales de las tierras que el verá a quien de los suyos regala.
Lo vuelven a invitar (bueno, a su pelele, pero es lo mismo) y claro, pasa lo mismo, pero sin casacas.
¿Y se sorprenden? ¿Y nadie le reclama nada a esos «conductores de la locomotora»? ¿Y se enojan con el que todos sabían que venía a insultarnos? ¿Qué esperaban?
Así no va a dar, cruceños queridos. O una cosa, o la otra. Hay que sincerarse.
De camacho ni pa qué hablar. Al pobre no le da nomás.