Así como en su momento tuvimos muchísimas críticas a la gestión de Costas, no nos permitimos que estas estén por encima de nuestros principios de defensa de los Derechos Humanos, como el derecho a la Autodeterminación de los Pueblos o el derecho a Justicia (al Debido Proceso y a un Juicio Justo).
Podrá caerte bien o mal la persona que ejerce el cargo, pero no por ello podés ser indiferente a los abusos que el poder cometa sobre él o ella.
No importa si a quien se abusa sea Jeanine, Costas o Camacho y que te caiga bien o mal, el tema es que nuestros Principios y Valores, nuestra Moral y nuestra Ética deben ser coherentes consigo mismas… si no, seremos lo mismo que criticamos y en la práctica estaremos dándole la razón a los promotores de la “justicia social”, esa que juzga personas y no hechos.
El poder ciudadano no sólo está en votar, también está en protestar, y el poder político sabe ello.
El poder no cederá nada sin que se lo interpele.
Hacer lo correcto cuando es más difícil es lo que nos convierte en ciudadanos íntegros… y la integridad es un valor de nuestro pueblo que debemos afianzar.
shalom aleichem