Tuffí Aré, el periodista que se reinventa con éxito desde el garaje de casa

“Me considero un emprendedor interno en El Deber, y pienso que en Santa Cruz se impone la cultura del emprendimiento”: Tuffí Aré

“Logramos subir al equipo de Guabirá a la Liga (del fútbol profesional), recuperamos la mística, cometimos errores y descendimos”: Tuffí Aré

Erick Ortega – Página Siete / La Paz



Cuando Tuffí Aré tenía 13 años ya era radialista. A esa edad él estaba seguro de  qué quería ser el resto de su vida: periodista. Han pasado casi cuatro décadas  y el montereño sigue entusiasmado con el oficio que escogió cuando era adolescente. A los 49 años dejó de liderar un medio de comunicación con centenares de personas a su cargo, entonces comenzó un proyecto de garaje.

En menos de tres años su proyecto  Asuntos Centrales se convirtió en  referente del periodismo en el país. Ha destapado casos de corrupción y va por más.

El comienzo migrante

El director de Asuntos Centrales cuenta: “Mi abuelo paterno es libanés, llegó a Yacuiba, ahí se instaló y formó familia”. Su papá era jugador de fútbol, un crack del club Guabirá de Montero, y por eso se afincó en aquella localidad ubicada a unos 50 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz. “Mi madre es hija de españoles que llegaron migrando de la Guerra Civil española. Soy montereño y por eso mi nombre llama la atención,  pues tiene una relación con mi origen libanés, básicamente por mi abuelo”. Tres años atrás Tuffí fue al Líbano, para entender un poco más las raíces de su árbol genealógico.

Tuffí Aré Vázquez tiene el corazón rojo, muy rojo, como la casaca de su equipo, Guabirá. Su papá, Tuffí Aré Márquez,  jugó en el club y le heredó la pasión por el balompié; es más,  quiso que su hijo fuera futbolista como él. Pero el hijo se decidió a driblear con las noticias y a encajar primicias cual si fueran goles.

Aunque eso sí, abrió los ojos al periodismo gracias al fútbol y a los partidos de su papá. Cuando tenía entre tres y cuatro años relataba partidos. Sus primeras lecturas fueron los recortes de la sección deportiva del periódico y tenía un archivo donde guardaba sus lecturas preferidas.

Su destino estaba marcado desde la infancia. El abuelo era un amante de escuchar emisoras extranjeras, su papá le entregaba algunos cuentos que se los traía desde Argentina y así su imaginación fue volando gracias a la palabra. A los 13 años, en su colegio salesiano de Muyurina, hacía programas de radio y casi de manera paralela dirigía un periódico escolar. A los 14 años su rostro salió en las pantallas de televisión de Montero. Era el inicio de una carrera periodística que aún lo atrapa.

El hogareño estudio periodístico de Asuntos Centrales.
Fotos: Tuffí Aré

La historia comienza en La Paz

Tuffí dejó su Montero a los 18 años. Ingresó a la carrera de Comunicación Social en la Universidad Católica Boliviana, de La Paz. “Fui porque creo que La Paz reunía lo que yo buscaba para mi vocación periodística, era el crisol de la bolivianidad, estaba todo el país ahí”. Él tuvo la oportunidad de estudiar en el extranjero (España o Argentina) pero se quedó. “Además conocí parte de la Bolivia profunda porque recuerdo que hicimos incursiones a Tiwanaku por más de una semana y ahí estuvimos con la comunidad campesina de allí”.

Junto con sus compañeros, Tuffí publicó la revista Búsqueda, una iniciativa del docente Erick Torrico. Y, estuvo  en el periódico Calle 2, de la Católica.

De ahí el montereño fue ave de paso por los periódicos paceños Presencia y Hoy.

Volvió a su tierra y en Montero sacó el semanario El Norteño. La experiencia le duró tres meses. “La verdad es que era difícil hacer periódico en una ciudad con un mercado pequeño todavía”, recuerda. Fue entonces que decidió buscar suerte y se fue a la ciudad de Santa Cruz.

Envió su hoja de vida a canales de televisión y no le fue bien. Tuvo un paso breve por El Mundo y deseaba ser parte de la redacción de un periódico. Algo desanimado, pero no vencido,  un día estuvo por su Montero y en la plaza se encontró con José Pomacusi, quien entonces era jefe de Redacción de La Razón. “Él me pregunta ‘¿estás haciendo algo?’ y yo le digo ‘me tienen tocando puertas’”, entonces el guabireño fue reclutado como corresponsal del medio paceño. Ganaba muy poco pero ya tuvo primicias que no tuvieron los medios locales.

El Deber lo llamó a ser parte de su equipo, allá por 1992 o 1993, estuvo haciendo un reemplazo y después se quedó un tiempo.

Eran tiempos en los cuales el periódico físico era un boom;  en la ciudad de los anillos salió un nuevo medio: La Estrella del Oriente,  que contó con una buena camada de profesionales y Tuffí fue el jefe de Redacción. Nuevamente el mercado se movió y El Deber decidió luchar por reconquistar el sitial de Diario Mayor, para lo cual reclutó al montereño como editor general. Él permaneció allí durante 23 años, estuvo de jefe de Redacción y al final  director del grupo periodístico.

Escribía,  hacía programas de televisión y radio… de pronto volvió a ser el adolescente que se apasionaba con todos los proyectos comunicacionales que se le cruzaban. La última parte de este ciclo él hacía el proyecto de radio Asuntos Pendientes.

Entonces que acordó su salida del Diario Mayor.

Guabirá de Montero es el club  de su preferencia.

La hora del emprendedor llegó

Su salida del periódico fue hace tres años y al verse fuera de su casa laboral él tuvo que mirar el escenario donde estaba de pie. Al día que dejó el medio de comunicación ya le ofrecieron trabajo. Analizó ofertas y se quedó a trabajar un tiempo con el portal Infobae,  pero él quería más.

“Yo venía madurando desde El Deber un cambio de ciclo porque me motivaba mucho el emprendimiento. Me considero un emprendedor interno en El Deber, y pienso que en Santa Cruz se impone la cultura del emprendimiento. Me dije ‘tengo que arriesgar y trabajar para mí’”.

Su primera apuesta  fue Asuntos Centrales y se incorporó en la Radio Marítima. Llegó la hora de crear la página de Facebook, las cuentas de Twitter, Instagram, YouTube, una página web. Así se hizo espacio en el mundo comunicacional. Durante la pandemia retransmitió su programa por PAT y tuvo su espacio en televisión por cable. Ahora está en el canal local Solo Noticias.

En el principio tuvo la única colaboración de su compañera de vida: Nona Vargas, quien también es periodista. Dejó las redacciones y ahora transmite desde casa. “Yo diría que es un emprendimiento de garaje”, dice.

La familia siempre lo acompañó, especialmente  Nona que se encarga de lo periodístico y administrativo. Tiene dos hijos Adriana (26) y Tuffí Vargas (20). Su hija perruna es “La Francesita” y también tiene gatos.

Tuffí Aré ya da empleo a su equipo de trabajo. Suele tener primicias   y cuenta que no suma logros personales; sino grupales. Recién  su medio  denunció un posible negociado de la planta de oxígeno para la Alcaldía.

Dice que va por más. Recuerda con nostalgia su pasado laboral, pero está dispuesto a reinventarse las veces que sea necesario.

La pasión heredada del fútbol, el corazón rojo

El papá de Tuffí Aré era un futbolista de buenas condiciones, dejó de practicar el rey de los deportes debido a una lesión. Heredó a su hijo su nombre y la pasión por el fútbol,  especialmente el cariño por el club Guabirá de Montero.

Aunque Tuffí Aré Vázquez no se destacó por su habilidad sobre la cancha de fútbol, él es un hincha apasionado del club en el cual jugó su papá. Es más, fue presidente de Guabirá y logró llevar a su club a la primera división.

Al hablar de su club, él sonríe y dice: “Es un amor muy apasionado por el club, yo soy de Montero y el club igual. Toda la actividad en Montero se desarrolla en torno al Ingenio Guabirá;  por ejemplo,  mi padre trabajó en el ingenio y jugó en el club. De ahí viene esa cultura por Guabirá, esa especie de arraigo”.

El periodista es hincha del  rojo montereño y fue un sufrido fanático puesto que el club de sus amores estuvo siete años descendido y  decidió hacer algo.

Ocupó la presidencia de Guabirá (luego de que los hinchas lo solicitaran en el cargo). “Logramos subir al equipo a la Liga, recuperamos la mística, cometimos errores y descendimos, pero logramos la estabilidad del club”.

En la actualidad, el club rojo se encuentra en la Primera División. Él tiene una butaca como socio y hasta antes de la pandemia iba siempre a la cancha.    

 

Tuffí Aré, el periodista que se reinventa con éxito desde el garaje de casa

Tuffí Aré, el periodista que se reinventa con éxito desde el garaje de casa

Fuente: Asuntos Centrales