Añez desde la cárcel habla de Arce, Evo y Copa

La expresidenta Jeanine Añez reveló que en 2019 Luis Arce estaba desesperado por salir del país y que el gobierno de transición le dio el salvoconducto que requería. Lamentó que ahora, en cambio, el jefe de Estado goce de verla presa.

La exmandataria, que está casi 10 meses detenida, concedió una entrevista a Página Siete, la cual respondió a través de manuscritos. En esas páginas revela detalles de su gobierno, menciona que probablemente muchos de sus colaboradores negociaron con la cúpula del Movimiento Al Socialismo (MAS) y que muchos de los integrantes de Demócratas se aprovecharon de su inexperiencia.

Añez asumió la presidencia el 12 de noviembre de 2019, luego del vacío de poder que dejó Evo Morales al renunciar el 10 de noviembre y al salir del país, un día después, rumbo a México.



La exmandataria es procesada por el denominado caso “golpe de Estado”. Se le acusa de la presunta comisión de los delitos de sedición, conspiración, resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes e incumplimiento de deberes.

Expresidenta, está nueve meses en prisión, recientemente denunció agresiones, ¿este tipo de acciones son constantes?

Durante meses tuve una relación respetuosa con el personal policial. A partir del cambio de directora del penal, las presas y algunas policías cambiaron.

Hay la instrucción de hostigamiento, desafortunadamente. Las autoridades de Régimen Penitenciario deben estar satisfechas. Yo sé que hay la orden de matarme y día a día van avanzando.

El Gobierno envió documentación a la CIDH firmada por usted, en la que supuestamente admite que está estable, ¿qué ocurrió? ¿Cree que se aprovecharon de su estado de salud para hacerle firmar documentos para que la CIDH le niegue las medidas cautelares?

El descargo del gobierno fue mentiroso y manipulado, para eso son expertos. Hubiera querido ver cuál fue el documento que yo firmé, sabiendo la capacidad que tienen para mentir yo no firmo nada.

Es más, una oficial me agredió para obligarme a firmar un documento y nadie investiga ello. Así es Bolivia.

¿Fue un error quedarse en el país luego de que terminó su mandato, cuando desde el MAS ya se anunciaban acciones?

Siempre supe que querían venganza. Evo Morales es un hombre lleno de odio y resentimiento, habla con odio. Una persona que maneja el gobierno por detrás, como él, y que se atrevió a negar la existencia de un hijo muerto es mi máximo juzgador. La palabra dice que de lo que abunda tu corazón sale de tu boca.

Lo que no imaginé fue un atropello y abuso desmedido. Al parecer, eso les provoca felicidad. El maltrato y el ultraje los hace sentir poderosos. Él (Morales) es conocido por maltratar señoras, señoritas y niñas, y hoy me maltrata a mí, a la expresidenta de Bolivia.

Si por evitar una guerra civil, esa que buscaba el MAS, pacificar el país y dar tranquilidad a los bolivianos en un momento de tanta violencia tuve como consecuencia para mí la cárcel, es lo que me tocó. Yo no evado responsabilidades, lo volvería a hacer. Yo cumplí con mi deber patriota, tengo la conciencia tranquila. Enfrentamos la violencia y llamamos a nuevas elecciones.

Usted le dio salvoconducto a Luis Arce por temas de salud, ahora le niegan que pueda ser atendida en una clínica, ¿cómo califica este accionar de las actuales autoridades?

Sí, a nosotros nos llamó alguien muy cercano a Luis Arce para pedir por su persona, que estaba desesperado por salir de Bolivia. Viendo su situación de salud, le dimos el salvoconducto de inmediato.

Él (Arce) en cambio hoy goza (de) verme presa, me he enterado que hace chistes sobre mi persona y mi desgracia en la cárcel, probablemente obedece a Morales, que es un hombre resentido y abusador de mujeres y personas. Una pena que no haya entendido el mensaje de los bolivianos, en el 2019, que ya no quería un gobernante lleno de odio que sólo parte el país y no lo une.

(Luis Arce) se ha convertido en un presidente “interino”, mientras Evo Morales busca cómo acomodarse nuevamente. Es cuestión de tiempo para que Evo golpee a Arce y él lo sabe.

¿Cree que está en prisión como parte de la estrategia del MAS para negar el fraude electoral de 2019, limpiar la imagen del partido y del expresidente Evo Morales?

Sin duda alguna, Evo Morales tiene la necesidad de lavar su imagen tratando de inventar una historia sórdida de golpe de Estado, cuando todo el país, el mundo y organismos internacionales sabemos que lo que hizo fue un vergonzoso y descarado fraude electoral, que tuvo como consecuencia la convulsión social que vivimos.

Todas las situaciones de violencia, actos terroristas como cercar la ciudad de La Paz y no permitir el ingreso de alimentos, tratar de hacer explotar la planta de Senkata, quemar módulos policiales, casas particulares, etc., se lo debemos a su ambición de perpetuarse en el poder.

De ahí viene la sed de venganza. No pudo llevar adelante el plan de irse, generar violencia, vacío de poder y volver como el salvador. Quiso imitar lo que hizo Hugo Chávez en Venezuela en el pasado y le salió mal.

Sus planes fracasaron, ya que se cruzó con una mujer, yo, la que desbarató sus planes. Eso no lo perdona, ya que él es abusador de mujeres y debe controlarlas y no pudo hacerlo conmigo ni con Eva Copa, ya que era necesario pacificar el país.

Muchos se acercaron a usted cuando asumió la presidencia, se designaron ministros de varios sectores, cuando bajó su popularidad y la covid afectó su gestión se apartaron, ¿qué sintió ese momento?

Fue muy duro enfrentar el covid en la primera ola, con un sistema de salud inexistente y deficiente que no fueron capaces de mejorar en 14 años, a pesar de la bonanza económica.

Ellos solo hicieron obras para poder robar y sacar coimas a cada obra, pero el fin público no les valió, ya que la población está atenta a lo que se haga y (en especial) en compras en salud, entonces ahí hay más ojos mirando y Evo y su élite no pudieron hacer mucho en salud porque los encontrarían fácilmente.

Tal cual fue el caso respiradores, los involucrados principalmente son masistas, y recuerden que Gabriela Montaño hablaba con ellos durante el proceso de adquisición e investigación. La pandemia hizo que todos los gobiernos del mundo la pasaramos mal y veamos lo frágiles que somos los gobernantes.

Lamentablemente la pandemia llegó siendo un gobierno de transición. Nunca tuve total control del gobierno, siendo que se conformó este mismo en horas tras la renuncia de Evo Morales, y varios de los negociadores por pacificar el país con algunos sectores del MAS no coordinaban directamente con mi persona. Fueron tiempos duros y de mucha tensión, donde muchos políticos, personas, ministros, autoridades y en muchos casos actuaban independientemente.

Había muchos funcionarios del MAS en cargos de decisiones, el caso respiradores es un ejemplo, ¿por qué no fueron removidos?

Definitivamente fue craso error, yo no podía conocer a todos los funcionarios de los diferentes ministerios. Grande fue mi sorpresa al enterarme que las personas que trabajaban con Gabriela Montaño, desde que fue presidenta del Senado y Diputados hasta llegar al Ministerio de Salud, todavía estaban trabajando en mi gobierno. Esa pregunta también la hice a los ministros sin tener una respuesta coherente y transparente.

Me duele decirlo, pero muchos de mis exministros y colaboradores probablemente negociaron con Evo y la élite masista.

¿Alguna vez dirigentes o representantes del MAS se acercaron a usted para no ser encarcelados?

Sí, varios se comunicaron y enviaron mensajes. De los que actualmente están en gobierno, varios. Ya iré mencionando quiénes son (éstos y éstas), según comparezca ante la justicia.

Eso sí, entre ellos me envió un mensaje directo el actual ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en el que me pedía hablar de algo personal. Me escribió un WhatsApp señalando: “Presidenta, quisiera hablar con usted un tema personal”.

No logramos concretar la reunión. Yo recibía muchos mensajes diarios, realmente muchos, había días que era imposible leer todos, ya que mi agenda estaba saturada atendiendo la pacificación del país y después la pandemia.

¿El MAS negoció con su gobierno? Si es así, ¿qué negoció?

Esa respuesta la daré en su debido momento. El país requiere entender lo que sucedió durante el tiempo que asumí como presidenta. Esto lo mencionaré ante los organismos internacionales cuando vengan a escucharme.

Lo que sí puedo mencionar ahora es que teníamos muchas reuniones con diferentes sectores para pacificar el país, esto era urgente y necesario. Muchos ministros hicieron acuerdos y arreglos para ello y fue lo correcto porque Bolivia requería paz.

Luego de pacificar el país yo diría que teníamos que coordinar con la Asamblea Legislativa, como por ejemplo las leyes 1270 y 1266, una que anulaba las elecciones de 2019 debido al fraude electoral y la otra de prolongación de mandato.

Hay que recordar que el MAS tenía 2/3 en la Asamblea. Esas leyes se aprobaron por unanimidad, incluso con el voto de la señora Lidia Patty, que era diputada y que ahora se dice “víctima” en los procesos que el gobierno me sigue.

Para llegar a estos acuerdos tuvimos que ceder muchas cosas solicitadas por los movimientos sociales y ante la Asamblea, Eva Copa igualmente.

Ella finalmente obró por el bien del país, de pacificarlo, mientras la élite masista escapó y quería arderlo. Hoy a Copa por ser mujer, el abusador, Evo, no aguanta que ella quiso el bien del país versus la violencia que pedía Evo Morales y su élite.

Se dijo también en algún momento que “negociamos” para que al MAS no le anulen su sigla. Hay que aclarar que eso es responsabilidad del Tribunal Electoral y no del poder Ejecutivo, y por otro lado había la amenaza de volver a convulsionar el país si eso sucedía.

Demócratas, su organización política, le dio la espalda, ¿qué papel jugaron Rubén Costas y Ernesto Suárez durante 2020 y la campaña electoral?

Lamentablemente, debo decir que muchos de mi partido se aprovecharon de mi inexperiencia para gobernar este hermoso país. Aprovecharon de mi buena fe y pensar que todo se solucionaba conversando y cediendo. Pero eso queda como herida simplemente y señalo que buscamos el bien mayor entre los leales a la visión Bolivia y por ello decidimos bajar mi candidatura.

¿Cómo es un día suyo en la cárcel? ¿Qué actividades realiza?

Yo estoy secuestrada en esta cárcel, he tenido muchos problemas de salud. Tengo que estar controlada por el deterioro de mi salud, tengo muchas lagunas mentales.

Lo único que hoy me tranquiliza es ver a mis dos hijos y tomar mis píldoras por prescripción de mis médicos particulares.

En mi experiencia es peor ser una presa política que estar presa por haber cometido un delito. Probablemente moriré en esta prisión, pero lo bueno es que estoy en paz con mi Dios y mi muerte finalmente acabará con la sed de venganza y odio de Evo y su élite.

Los perdono y espero encuentren paz algún día. Eso sí, nunca podrán borrar de la historia que fui presidenta constitucional de Bolivia, tras la renuncia de un presidente fraudulento.

Via: Página Siete

Fuente: Detrás de la Verdad