El activista Indígena Roberto de la Cruz señaló que mientras el oficialismo y ña oposición hacen lo que considera una «romería de quejas» al Relator de la ONU, los dirigentes de la guerra del gas no confían en Diego García Sayán.
Considera que de un tiempo a esta parte estas personas se convirtieron en unos «acahuetes de la justicia comunista» porque su informe podría perjudicar a las víctimas del pueblo boliviano y favorecer únicamente al poder.
Cuestionó que a su llegada se haya entrevistado con el vicepresidente David Choquehuanca y ministros en lugar de reunirce primero con los familiares de las víctimas de Senkata, Sacaba y Huayllani.
Fuente: Detrás de la Verdad