El otro día escribí acerca de la posibilidad de enseñar a alguien a pensar de forma analítica. Como overthinker me encanta pensar, pero sobre todo entender cómo puedo mejorar mi proceso de pensamiento y de toma de decisiones.
Sé que mi calidad de vida y felicidad está directamente relacionado a mi capacidad de tomar decisiones correctamente.
Personalmente, creo que pensar es tan complicado porque de alguna manera el pensamiento puede existir bajo dos formas: En piloto automático y en manual. Bueno, muchos estudios indican que así es como funciona nuestra mente, el libro “Pensar Rápido, Pensar Despacio” es una genial lectura por si les interesa profundizar en el tema.
El pensamiento en automático, es como el piloto automático de un avión. Está supervisado por un piloto que indica ciertas coordinadas, pero al final del día los pensamientos se van poniendo unos detrás de otros de una forma muy aleatoria. Como es de esperarse, las conclusiones o ideas finales del mismo, pueden no necesariamente ser los mejores. Infelizmente es el más utilizado.
Ya el pensamiento manual, obliga a que primero pensemos en cómo de pensar.
Uno de los libros que me cambió completamente la forma de pensar, y que recién entendí un poco mejor cuando lo leí por segunda vez fue “Principles” (Principios – Ray Dalio). Cuando lo leí por primera vez, me quedé con la interpretación de qué los principios eran literalmente principios. Como si fuera un valor moral o ético que te orienta en la toma de decisiones. Por ejemplo, no robar. Así que cada vez que tengas que tomar una decisión, tienes un valor que te ayudará a tomar la decisión correcta.
Pero no fue hasta que leí “Meditaciones” del imperador romano Marco Aurelio que pude entender realmente lo que Ray Dalio quería decir. Los principios no están relacionados a la ética y tampoco a un único lineamientos para tomar todas las decisiones. Todo lo contrario, los principios en realidad son detalladas líneas de códigos de acción. Un tutorial de cómo pensar de acuerdo a cada situación.
Para ejemplificar, compartiré una versión reducida del principio de Ray Dalio para “No equivocarse al tomar una decisión”:
-
Procura la persona con más credibilidad posible que conozcas -que está en desacuerdo con tu punto de vista- y trata de entender su opinión.
-
Triangule su punto de vista con personas que estén dispuestas a estar en desacuerdo.
-
Recuerde que está buscando la mejor respuesta, no la mejor respuesta que se le ocurra a usted mismo.
-
Cree que es posible que no conozca el mejor camino y reconoce que tu capacidad para lidiar bien con el hecho de “no saber” es más importante que lo que ya sabes.
Pero como dije anteriormente, no es que necesites un principio para todo mas bien un principio para cada cosa. “¿Cómo elijo correctamente a un socio?” debería tener principios completamente diferentes de “Cómo gastar correctamente el dinero que gano.”.
Así que para ponerlo en practica, digamos que recibes una propuesta de trabajo, en vez de darle vueltas en tu cabeza ¿por qué antes no revisar tus principios para la toma de decisión?
Solo para usar los de Ray Dalio como referencia: Llamas a un profesional amigo que sabes que estaría en desacuerdo con la decisión y trata de entender genuinamente su punto de vista, luego triangula su punto de vista con un tercer profesional, teniendo siempre la humildad de buscar la verdad en lugar de tener razón. Por último, olvida la información que ya tienes y tratar de entender qué información te falta para tomar la decisión la mejor decisión posible.
Cuántas veces he visto personas que se fueron por un puesto, un incremento mínimo o porque estaban cansadas de sus jefes, guiados por sus pensamientos en piloto automático y terminaron en peores trabajos que los anteriores. Incluso renunciando al nuevo trabajo en unos pocos meses.
Algo que hubiera podido evitar si tan solo hubieran aplicado un proceso de principios en vez de estar dándole vueltas en automático. Por eso, más importante que la cantidad de horas que piensas en un tema, es la calidad y el proceso de pensamientos sobre el mismo.
Pero más difícil que aplicar principios, en realidad el gran desafío está en generar tus propios principios. Son tus experiencias de vida las que tienen que hacerlo. No hay un libro con el manual para la vida que puede ser aplicado a todas las personas.
Tú tienes que vivir tus experiencias y ser capaz de observar visualizandote en tercera persona tus pensamientos. Para luego entenderlos, analizar los resultados de la toma de decisión, evaluar los errores y aciertos para eventualmente escribirlos. Paso a paso como una línea de código.
Te recomiendo hacerlo de manera digital con un archivo de texto en drive, para que puedas literalmente hacer una búsqueda en los archivos en lugar de usar tu propia memoria cuando necesites revisar tus principios para la toma de una decisión.
Sé que el tema es medio aburrido y que además no he sido totalmente capaz de escribirlo de una manera tan clara o inspiradora como me hubiera gustado pero muchos de los pensamientos iniciales son eso, pensamientos iniciales que me hubiera gustado haberlos tenido mucho antes en la vida.