¿Qué sería “el lenguaje de Adán”? El lenguaje desnudo, inocente y curioso, sin cálculos deliberados, ni disfraces urbanos, ni rodeos culturales…
Sólo de imaginar esa plenitud se llena el alma de gozo y más de uno se estremece de miedo…
Al menos hay que intentar volver a ese Paraíso.
Fuente: Roberto Barbery Anaya.