Los rectores que convivieron con Max Mendoza, los que fueron testigos de sus privilegios, los que aceptaron por años su encumbramiento como máxima autoridad del sistema universitario boliviano, ayer lo expulsaron.
Cambiaron cuando los excesos de poder, dinero y privilegios de Mendoza quedaron al desnudo ante los ojos del país. Ellos lo habían arropado, la gente puso a Mendoza al desnudo. Ese espectáculo se tornó repugnante e indignante y ellos intentaron ponerse a tono con esa indignación
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista