Transformar ahorro privado en gasto público es una pésima idea en cualquier momento y cualquier planeta, ya sea que la califiquen de «justicia social», «redistribución de la riqueza», «igualdad», «equidad», etc.
Transformar ahorro privado en gasto público es una pésima idea en cualquier momento y cualquier planeta, ya sea que la califiquen de «justicia social», «redistribución de la riqueza», «igualdad», «equidad», etc.