La verdadera «república de la cocaína» era la república colonial de los «narconvínculos» del MIR, el «narcoavión» de Sánchez Berzaín, «Huanchaca», «techo de paja» y el «ministro de la cocaína» del también golpista García Meza que asesinó a Marcelo por encargo de Banzer de ADN.
