Hemos discutido infinidad de veces los múltiples conflictos que vivimos, saltando de marcos espaciales y periodos temporales.
Hoy decidimos graficar una aproximación a estos conflictos para ayudarnos a tener una conciencia más clara de ellos y tratar de entenderlos mejor dependiendo en que periodo temporal y marco espacial en que se sitúe el observador.
Toda esta discusión es recurrente cuando uno ve la plaza 24 de septiembre similar a la película «Gangs of New York», donde la pelea de unas pandillas contra otras por el control de la plaza «5 points» es concéntrica con conflictos personales de los protagonistas, pero todo deja de importar cuando la Guerra Civil los arrasa a todos, un conflicto de mayor envergadura y que los sujetos desconocen por estar mirando sus ombligos en luchas intestinas.
¿Dónde nos situamos cada uno de nosotros en los conflictos concéntricos que vivimos?
Hoy vemos como pareciera que la Pugna por el Poder local fuese lo único importante, donde tal cual un carnaval, grupos (pandillas o comparas, usted defina) pelean por quien se queda en la plaza y quien es correteao, mientras los grupos oligárquicos y burgueses miran de palco el espectáculo y el surgimiento de patrones o caudillos que se creen los líderes de estos grupículos mesiánicos y misóginos tribales, y que serán llevados en hombros al coronarse Rey Momo.
Concentrarnos en esta Pugna por el Poder nos hace perder «the bigger picture», pues no logramos hacer «zoom out» y ver más allá de nuestras narices. Pareciera que la Lucha Política y la Batalla Cultural fuesen ajenas y distantes, sin poder ver que también confluyen en esta misma plaza.
Tal vez ver el Choque de Civilizaciones o la Guerra Espiritual ya sea demasiado áereo y etéreo, pero nunca nos olvidemos que también somos parte de un tejido más grande, también somos gotas que forman charcos que forman ríos que forman océanos, y por más procesos de individualización que vivamos, no nos aísla de pertenecer a comunidades o colectividades mayores y más complejas, donde el ego y el eco se tocan y se confunden.
Eso sí, las luchas que llevamos es para definir como nos integramos, si lo haremos como apéndices de un inca o como hombres y mujeres libres que cooperan, pero que no se someten.
No hay nada nuevo bajo el sol, se repite a través de la historia estos conflictos, con diferentes actores pero los mismos personajes.
Si queremos pensar globalmente y actuar localmente es nuestro «struggle» no dominar al otro si no dominarnos a nosotros mismos, no someter ni liderar, si no liberar.
Podrán intentar otros mil años más pero no nos dominarán, como no lo hizo el Incario, ni el imperio Español, peor lo harán hoy una tropa de trasnochados que proyectan sus frustraciones en resentimientos y odio, por más que igual que ayer, tengan aliados y colaboradores locales e internacionales que quieren ser nuestros patrones.
Cada vez nos ratificamos: nuestra causa es la libertad, nuestra pasión es nuestra nuestra nación y nuestra proyección es nuestra región. Este es el Proyecto Cruceño que generación tras generación se viene construyendo y defendiendo, y nuestra generación no es la excepción. El futuro sigue siendo nuestro y lo defenderemos.
shalom aleichem
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