Chile quiere un cambio, pero no el cambio radical que postularon algunos. Ahora la política chilena tiene el reto de pensar y pactar un cambio equilibrado. Un cambio a medida de la gente y no uno a medida de la polarización.
Chile quiere un cambio, pero no el cambio radical que postularon algunos. Ahora la política chilena tiene el reto de pensar y pactar un cambio equilibrado. Un cambio a medida de la gente y no uno a medida de la polarización.