Durante el paro cívico del 8 y 9 de agosto, el alcalde Johnny Fernández improvisó un plan terrorista que le salió muy chapucero, como todo lo que hace. Pero el tipo se está esforzando en su afán de dañar a Santa Cruz y sumarse a la estrategia destructiva del MAS. Una prueba de ello es su plan para quitar las losetas del casco céntrico de la ciudad, que justo lo ha iniciado en los primeros días de septiembre, el mes de Santa Cruz, seguramente para hacerlo ver como un regalo, pero es todo lo contrario. Su objetivo es precisamente enturbiar los festejos de la efemérides, dejar las calles llenas de escombros, para que no haya desfiles, espectáculos y ninguno de los actos cívicos que se acostumbran para esta fecha. Justo para su cumpleaños, la ciudad lucirá «bombardeada», mientras que el gobierno del MAS y la alcaldía organizan un acto paralelo en el Cambódromo, donde cantarán el himno al Chapare, izarán la whipala en lugar de la verde y blanco y pensarán en nuevos actos de humillación a esta región. ppDrtv
Fuente: Eduardo Bowles