QUERIDO
PABLO…
Después de saludarte, me permito hacerte saber que en su momento reí mucho con tus ocurrencias.
¡Que talento!
Pero eso fue antes.
Ahora veo al presentador carismático, al periodista elocuente que más allá de gustos y apreciaciones, solo se dedica a hacer su trabajo.
¿Cuál es el problema con eso?
Mirá Pablo.
Conosco el trabajo que hacés, actividades que van más allá del trabajo periodístico.
Sé de tu tremenda experiencia como consultor profesional en temas corporativos, sé que trabajas con importantes corporaciones nacionales e internacionales.
¡Excelente profesional!
Pero…
Nunca falta en Bolivia.
La clásica actitud del boliviano que desmerece al mismo boliviano.
La ofensa, la crítica despiadada y en muchos casos injustificada, como es tu caso.
¡El cómico!
Así te señala alguna gente, desmereciendo tu arte, el arte más difícil entre todas las artes:
El arte de hacer reír.
Y me pregunto…
¿Por qué los bolivianos tenemos esa insana costumbre de tirarle piedras al exitoso compatriota?
Ya pasó antes, pasa todo el tiempo.
«El tronco Martíns», «Lampe no ataja, solo tienen buenos defensores», son algunas expresiones de la gente, sólo por poner dos ejemplos de bolivianos exitosos.
¡Y son nuestra gente!
Y en cuanto a vos…
Te menosprecian y tratan de hacerte menos, por tu pasado artístico y humorístico.
Sencillamente absurdo.
Y eso no es todo.
Ahora aparece un muchacho, el hijo de un señor que administra un equipo de fútbol, ¡señalando que ofendiste a las instituciones paceñas!
Nada más lejos de la verdad, una burda intención de ponerte en contra al hincha de esa región.
Ya pasó antes con otro destacado periodista cruceño, alguien llamado Fernando Nurmberg Zambrana.
Y curiosamente, con los mismos protagonistas.
Rara coincidencia.
¿Por qué?
¿Qué mal les hace de manera personal Pablo Fernández a esa gente?
Mencionar un partido de fútbol denominado clásico, hablar abiertamente de las ventajas que genera la altura en el deporte, ¿eso lo convierte en alguien indeseable para algunas personas?
¿Desde cuando es un delito emitir opiniones?
No pues.
Estamos mal.
Y en síntesis.
¿No hay un gremio periodístico que defienda a Pablo Fernández?
No sé…
Por eso te escribo Pablo.
Para expresarte mi respeto, apoyo y solidaridad, tanto a vos como a tu familia que se siente afectada por esto.
Te escribo por ser nuestro, un camba que no le debe nada a nadie y nos ha dado mucho y bueno.
En síntesis, ánimo Pablo y nada de retroceder, ¡ni siquiera para tomar impulso!
Y bueno…
Por tradición camba e bierda, ¡Viva santa Cruz!
¡PAAAAMM!
Un abrazo.
EL ESCRIBIDOR.
Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR