LOS CUATRO… Me hubiera gustado ser uno de ellos. ¡Que honor hubiera sido! Cuatro perso…

LOS
CUATRO…

Me hubiera gustado ser uno de ellos.
¡Que honor hubiera sido!
Cuatro personas llevando el mensaje de todos los cruceños.
Corrección…
De parte de todos los CRUCEÑOS que creemos en la verdad, la ley y la justicia.
Es que también hay otros.
Y está claro, que en este listado de CRUCEÑOS de bien, nunca estarán los vendidos, los resentidos y los oportunistas CRUCEÑOS de turno.
Porque hay que admitirlo: Los vendidos CRUCEÑOS también existen.
Y entre esos, varios sobresalen.
La del trapo tinajero es la primera.
Y el otro…
El que se atribuyó públicamente una representación cruceña que jamás tendrá.
El que apareció en Cochabamba con otra propuesta, SU propuesta.
¿Quién era ese?
Fácil…
El que nunca aparece en los cabildos…
El que se enferma de manera oportuna…
El que no usa los hospitales que tenemos, pero es quien los administra.
El que ni loco se desvelaria pa sacar «una ficha», haciendo fila toda la noche para que en la mañana le digan que no hay atención en la especialidad que necesita ser atendido…
El mismo comedido, el primero que levantó la mano diciendo «yo voy» al llamado del gobierno.
… Un gobierno que hoy por hoy, al igual que el MNR del cincuenta, manda sus milicias criminales a un pueblo que detesta sin motivo.
Pero bueno…
Ahí estaban.
Nuestros cuatro representantes llegaron al junte masista en la hermosa Cochabamba.
Cuatro personas entendidas en el tema censo.
Y como era de esperarse…
Todos los guarangos levanta manos entraron al momento, incluido el que nunca aparece en los cabildos.
Los nuestros no.
Tres de nuestros cuatro quedaron fuera.
Les dijeron que no estaban «habilitados», que solo el señor rector podía entrar.
Malditos mala leche…
Y los dejaron fuera.
Por el solo gusto de demostrar que podían hacerlo.
Luego, al rato, más tarde, cuando les dio la gana los dejaron entrar.
Y finalmente…
Les dieron algunos minutos para exponer de manera técnica el sentir cruceño y al momento de hacerlo fueron abucheados.
Gritos, maldiciones, insultos inmerecidos.
Pero los cuatro se mantuvieron firmes, concentrados y fundamentalmente educados.
No había mucho que hacer, era un circo donde ya habían payasos entrenados en la comedia armada, una patraña ensayada de antemano.
Concluida la exposición, a tres de los cuatro los sacaron de la sala.
Eso era todo.
Un junte masista donde prohibieron el uso de los teléfonos, donde no se permitieron cámaras, donde no tuvo acceso la prensa, un junte, una tongueada perfecta.
Y todo pa quedar en nada.
Y mientras tanto:
Las amenazas de invasión, la oferta de puñetes al gobernador, los cortes de energía para el sector industrial cruceño, la prohibición de exportación, la toma o amenazas de tomas a empresas exitosas…
Y en fin.
Ahora…
La lucha sigue, ya empezó hace una semana.
¿Cuando terminará?
Fácil:
Cuando el gobierno no le tenga miedo a los resultados del censo, un resultado que dejará al desnudo sus mentiras, fraudes y corrupción generalizada, corrupción que arrastran desde hace más de quince años…
Y bueno…
Gracias eternas a los cuatro:
Vicente Cuéllar, José Luis Santistevan, Melvy Vargas y Jorge Akamine.
Los cuatro, cuatros respetables personas que a diferencia de los vendidos Seoane y Caballero no nos fallaron.
Dios los bendiga.
Ahora…
El paro sigue, los CRUCEÑOS no se rinden y otros más se van sumando.
Ya pasó antes…
Y la historia siempre nos dio la razón.

Arriba CRUCEÑOS, ¡sigamos haciendo historia!



El ESCRIBIDOR.

Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR