El pueblo paró incomprensiblemente, como pocas ciudades en el mundo lo harían. 36 días de paro se dicen fácil, pero implican muchos sacrificios de hambre, cansancio, humillaciones sufridas, pérdidas económicas y hasta algunos perdieron su libertad; sólo un pueblo valeroso los resiste, sólo un pueblo luchador los consigue.
Nada quita de la mente esa gallardía, nada empaña esa férrea voluntad de ser el baluarte de la democracia que tienen todos y cada uno de los habitantes que componen esta tierra bendita.
Quienes somos libres y no peji de logia o comparsa como para atrevernos a criticar a los “Líderes”, lo hicimos bajo el entendimiento de que esa masa de pueblo movilizado merecía más de quienes la representaban ya que la suma de sus errores estratégicos (dilación, charlas bajo la mesa, acuerdos y mentiras) nos llevaron a un punto de cuestionarnos unos a otros, de desgastar nuestro instrumento de protesta como es el paro y desnaturalizar nuestros poderosos Cabildos ; lo hicimos bajo la indignación de quien no quería que se malbarate el sacrificio de este pueblo valeroso, sin embargo nunca hemos denostado la convicción o el valor del pueblo Cruceño, quien a pesar de sus líderes y a costa de sus errores se mantiene incólume a la espera del momento histórico que se presente para salir a LUCHAR POR MÁS LIBERTAD.
ppdRtv
