PARA LA CLASE POLÍTICA. Y FUNCIONARIOS PÚBLICOS DE TODOS LOS NIVELES… A ustedes les…

PARA LA
CLASE POLÍTICA.
Y FUNCIONARIOS
PÚBLICOS DE TODOS
LOS NIVELES…

A ustedes les hablo, para ustedes son estas simples expresiones:
Y es posible que lo que les voy decir no les guste.
Es simple:
Me voy a permitir hablar a nombre de cierto sector social.
Les hablaré de nosotros.
De ese grupo que ustedes llaman pueblo.
Les habló a nombre de los tontos útiles que los ponemos en el sitio que ahora ustedes tienen, porque si no fuera por nosotros, ustedes vivirían como nosotros.
Les hablo a nombre del pueblo.
El pueblo, un cliché tan usado y abusado por ustedes.
¿Cómo así?
Simple:
Porque a nombre de representarnos como «el pueblo», ustedes mejoran sus vidas en todo.
Y pensar que nosotros los elegimos, votamos por ustedes y ustedes traen luego su cola.
Su gente, sus bases.
Y claro, ustedes deben cumplir con quienes pusieron la plata para la campaña, con el dirigente vecinal que arrastró gente, con los gritones y pateadores que los defenderán cuando en justicia reclamemos por sus desaciertos y corrupciones.
Y pensar que nosotros los elegimos…
Pero una vez elegidos ustedes fallarán.
Y fallan porque siempre mintieron, prometiendo cosas y hechos que ya sabían que no cumplirían.
¿Y por qué no cumplen con el pueblo que los eligió, o sea, con nosotros?
Ahhh, es que primero está el partido a quien representan.
Primero se aseguran de recuperar la inversión que hicieron.
Entonces entran en escena la venta de ítem, los aportes «voluntarios» de los funcionarios si es que quieren la pega, los cobros de diezmos si es que una empresa quiere adjudicarse un contrato, la contratación de gente no apta para los cargos, solo por que hizo campaña.
Por eso vemos cada metida de pata, cada personaje tragicómico…
Cada declaración estúpida en los medios…
Y pensar que nosotros, el pueblo los elegimos.
¿Pará qué?
¿Pará qué nos manden los pacos cuando reclamamos algo justo?
¿Pará qué un militar que solo aprendió a patear y ser pateado nos amenace?
¿Pará qué jueces y fiscales acusen al opositor que reclama, pero sean condescendiente con el corrupto, narco, pedofilo o la bella recaudadora gritona?
¿Pará eso los elegimos?
Y la pregunta es:
¿Por qué?
¿Cómo explicar que cuando poca gente los conoce y están en proyección política, ustedes son «honestos y valientes» en sus hechos y palabras?
Y claro…
Aparentan o quizás tienen cierto interés respecto al bien comun, pero una vez obtenido el poder, sólo trabajan en sus propios beneficios.
¿Por qué tienen tantos privilegios?
Es simple.
Tienen viáticos, pensiones vitalicias, pasajes pagados, gastos de representación y hasta ropa, casa y comida, como es el caso del presidente, sin mencionar sus altos salarios que ustedes mismos se pagan de manera puntual.
Todo legal.
Es todo legal, amparado en las leyes que ustedes mismos inventan…
Leyes inventadas por ustedes, para que ustedes se brinden los privilegios, privilegios que según ustedes merecen.
¿Y nosotros, esos que ustedes llaman pueblo?
¿Que hacemos nosotros, esos que asistimos a los encandalosos hechos de corrupción?
¿Qué hacemos nosotros, esos que somos testigos de cómo entraron topones y acaban sus gestiones saliendo millonarios?
No sé.
Ya no tengo respuesta.
Pero…
Falta un pequeño detalle sobre nosotros, eso que ustedes llaman pueblo.
Entre nosotros hay tres bandos y quizás alguno más.
1. Los pensantes.
2. Los no pensantes.
3. Los traidores interesados.
Es fácil.
1. – Los no pensantes andan por ahí, creyendo sin saber. Esos son los que dicen, disculpando al corrupto: «No importa que roben, pero que hagan obras».
Esos son los que los aplauden, cada vez que ustedes prometen hacer el trabajo por el que se les paga.
2. Los traidores interesados: Esos son los que se benefician de uno u otro modo. Ahí están los que reciben una pega, un contrato torcido, etc.
Esos no abren el pico, solo miran para otro lado.
Y por último.
Los pensantes. Los que reclaman en justicia, los que no tienen compromisos ni políticos, menos económicos con los corruptos de turno, los más afectados en todo.
Los que ven y analizan los hechos, los que saben leer entre líneas…
Y bueno…
Los tres grupos somos el pueblo, pero la pregunta es:
¿En cual de esos tres bandos estás vos?

EL ESCRIBIDOR.



Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR