Como hace un año, tomamos una pequeña pausa en el análisis de la coyuntura política por las fiestas, para recontar algunas de las actividades literarias que nos atarearon durante este 2022 que ya casi fenece.
En el mes de enero, la revista literaria española Zenda, creada por el novelista Arturo Pérez-Reverte, incluyó un cuento breve de mi autoría entre los premiados, en una convocatoria de textos de ambiente navideño.
Al filo entre enero y febrero, se dio la temprana partida (60) de nuestro querido amigo, el poeta Gustavo Cárdenas Ayad. Publiqué entonces un homenaje, “Gustavo Cárdenas y el arte de la conversión”, donde recordaba su afición por las “Variaciones Goldberg” ejecutadas por Glenn Gould y comentaba uno de sus hallazgos poéticos fundamentales: que “la palabra/abrazo/es un/abrazo”. Líneas que leería meses después en el Encuentro Internacional de Poesía “Ciudad de los Anillos”.
En abril, el Club de la Libertad de Corrientes, Argentina, me invitó gentilmente a disertar sobre el filósofo británico Herbert Spencer, en su momento definido por Jorge Luis Borges como un “anarquista conservador, que postulaba un mínimo de Estado y un máximo de individuo”.
En la XXIII Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, en junio, se presentó el poemario “El Libro de Aníbal”. En la contratapa, escribí que “A diferencia de los poetas palabristas, que usan el hermetismo para ocultar su propio vacío, Aníbal Crespo Ross sí cree en el significado y ha construido una poesía de diáfana claridad. Prueba de esto es la presente obra, donde destaca el poema IX, que bien podría haber sido una página del Tao Te King”.
En junio, además, tuve el honor de ser invitado a integrar el comité de redacción de Problèmes d’Amérique Latine, la principal revista en lengua francesa sobre nuestro continente, fundada en 1964 a iniciativa del sociólogo Alain Touraine.
En agosto y octubre, respectivamente, se presentaron en Santa Cruz de la Sierra dos antologías que recogen algunos de mis escritos. La primera, titulada jocosamente “Camba-Sutra”, es una selección de textos eróticos compilada por autores de la Sociedad Cruceña de Escritores “Germán Coimbra Sanz”. La segunda fue la antología poética Bolivia-España “Por la igualdad”, iniciativa promovida por el Ateneo Blasco Ibáñez de España y por la Biblioteca Municipal cruceña.
También en octubre, atendiendo a una convocatoria hecha por la New York University (NYU), fui parte de un “experimento literario” en homenaje a los 100 años de la publicación del poemario “Trilce” de César Vallejo, que fue recogido en su revista Temporales.
A fines de ese mismo mes, en medio del paro indefinido, suscribimos un manifiesto de la Sociedad Cruceña de Escritores “Germán Coimbra Sanz”, donde remarcábamos que “un Censo oportuno y transparente es fundamental para la construcción de políticas culturales y educativas”, agregando que “el reloj del Estado boliviano atrasa 10 años”.
En noviembre, publiqué un breve ensayo literario-filosófico titulado “Tolkien y la potencia demiúrgica de la música”, centrado en las páginas inaugurales de “El Silmarillion”. En un párrafo, mencioné a las “torres hitlerianas y estalinistas”, que “son tal vez la encarnación que Tolkien vio en su época del canto oscuro de Melkor”.
¡Es todo cuanto registra el parte, por el momento!
Fuente: Emilio Martínez – publico.bo