NO HAY TIERRA, COMO MI TIERRA… Mirá Choquito. Ser cruceño… . ¿Cómo te explico lo …

NO HAY
TIERRA,
COMO MI
TIERRA…

Mirá
Choquito.
Ser cruceño… .
¿Cómo te explico lo que sentimos los cruceños, el ser cruceño?
¿Cómo te lo expongo, sin parecer pedante?
Es difícil.
Pero bueno…
Mirá choco.
Te pregunto.
¿Sabés lo que se siente, ser entenado de un padrastro abusivo?
O sea, ser víctima del tipo, que aparte de no quererte, cada vez que puede te pega.
Exacto.
Esa fue y es la relación de Santa Cruz con el andino centrismo.
Así fue desde 1.825.
Y antes, con la audiencia de Charcas.
Pero…
Tuvo que aparecer una maravillosa generación en 1.900, un grupo pensante con personas brillantes como Plácido Molina y otros ilustres cruceños.
Una generación que entendió que Santa Cruz debía ser visible para Bolivia.
Pero fue difícil.
Años antes, en el intento fracasaron Andrés Ibáñez y los Domingos, solo por mencionar algunos.
Pero ahora era distinto.
Apareció el admirable Memorándum Cruceño de 1.903, un planteamiento regional, pensado por intelectuales cruceños con un solo propósito:
Hacer de Santa Cruz una activa parte de Bolivia. Vincularnos a la Bolivia que nos ignoraba.
Y entonces el andino centrismo respondió: Con indiferencia primero, evasivas luego y mentiras eternas después.
Lo peor llegó en la década del 20′ del siglo, pasado, cuando el andino centrismo grabó con fuego los epítetos que hasta hoy persisten en contra nuestra: Separatistas, regionalistas, racistas y todos los istas que que se le ocurrió en aquel tiempo.
No era nuevo.
Durante la colonia, el virrey Toledo ya decía que los cruceños eran alzados, arrogantes, pendencieros, etc.
Y así…
En esas andadas llegó la década del 50′, una década donde aparecieron nuevos actores.
Fue en esa década que los cruceños nos convencimos, vimos con claridad meridiana que del andino centrismo ya no podíamos, ni debíamos esperar algo.
Y fue así que los cruceños decidimos tomar el control de nuestro destino.
El primer paso:
Unirnos en torno a un proyecto de visión regional.
Y así fue.
Encabezados por el Comité Pro Santa Cruz, entraron en escenas nuevas instituciones como el Comité de Obras Públicas, las cooperativas de servicio, el cooperativismo en pleno, los grupos empresariales, la asociación de grupos Culturales, etc.
Y claro…
Vino el despegue regional y en menos de cincuenta años, nuestros padres y abuelos nos cambiaron los arenales por pavimento, nos legaron el mejor servicio de agua potable del continente, el mejor servicio de luz eléctrica, un modelo de desarrollo exitoso, algo único en Bolivia hasta hoy…
Muchos y buenos cambios.
¿Y que tal?
Y bien…
Acá estamos, en pleno siglo veintiuno.
Más fuertes que nunca, imperfectos quizás, vencidos jamás
Y es que…
Los cruceños somos lo más parecido a esa montaña que soporta lluvias, tormentas y vientos poderosos, pero eso sí…
Al igual que esa montaña, los cruceños jamás nos inclinamos ante las más difíciles circunstancias.
Por eso choco, es un orgullo de alma, mente y corazón ser cruceño, pero claro, eso es algo que solo lo puede entender un cruceño.
En fin…
Ahora festejamos el aniversario de la fundación, el génesis que escribió Ñuflo.
Aquí estamos.
Orgullosos y altivos, seguros de lo que somos y queremos.
¿Y por qué somos o nos sentimos así?
Simple.
¡Porque somos un pueblo eminente, de límpida frente y leal corazón!
Y en síntesis…
¡No hay tierra como mi tierra!

EL ESCRIBIDOR.



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Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR