Teorías conspirativas y financiamiento trabado
Luego de que el Banco Central de Bolivia (BCB) vendiera 11 millones de dólares de forma directa al público y entregara otros 91 millones a la banca, el presidente de la entidad, Edwin Rojas, espera que “la demanda en exceso vuelva a la normalidad” y atribuye el nerviosismo cambiario a “opinadores de gobiernos de facto”. Por su parte, la ASFI inspecciona a las casas de cambio y amenaza con procesos a los “especuladores”.
Frente a estas teorías conspirativas, el analista financiero Jaime Dunn subraya que “no alcanza con medidas parches. El hecho de vender 90 millones de dólares no es de gran impacto cuando el sistema financiero mensualmente requiere 450 millones de dólares. Lo importante es proporcionar información transparente y oportuna”.
Dunn también llamó la atención sobre las “peleas internas en el MAS”, que impiden la llegada al país de 3.500 millones de dólares en créditos aprobados por organismos internacionales, que estarían trabados en el trámite legislativo por las pugnas entre evistas y arcistas.
En una coyuntura así, el oficialismo debería buscar gobernabilidad parlamentaria en otras bancadas, como sucedió con la Ley del Censo.
Por su parte, el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga coincidió en la necesidad de “inyectar dólares” en la economía boliviana, acudiendo al financiamiento del Banco Mundial, el BID y el FMI. “No hay que satanizar a los organismos”, dijo, al tiempo que pidió acabar con “la gastadera y la Dolce Vita de la burocracia”.
Bonos “kamikaze”
Mientras tanto, los bonos soberanos de Bolivia se precipitan al vacío, como aquellos pilotos “kamikaze” de la Segunda Guerra Mundial, cayendo a su nivel más bajo en los últimos 15 años.
Según el Ministerio de Economía, esto se debe a causas externas, sobre todo al conflicto en Ucrania, pero un reporte de la publicación especializada Bloomberg correlaciona el fenómeno con la caída de las reservas internacionales bolivianas.
“Para que los diferenciales se estrechen, tendríamos que ver un cambio significativo en la política fiscal combinado con un fortalecimiento de la posición externa a través de las exportaciones”, indicó Nathalie Marshik, directora gerente para América Latina de renta fija en BNP Paribas, expresando la opinión de muchos actores del mercado de bonos.
Tregua en Ley del Oro
En este contexto, el gobierno fogonea la aprobación de la Ley del Oro, que le permitiría monetizar una parte de las reservas auríferas y comenzar a comprar parte de la producción nacional del metal precioso.
Para esto, logró un acuerdo con la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) que se podría calificar de provisional, ya que está condicionado a un consenso más amplio en la reglamentación de la ley.
“Se acuerda el apoyo y respaldo a la sanción de la ley en la Asamblea Legislativa a la brevedad posible por su importancia. Se acuerda que el BCB al momento de reglamentar el proyecto convocará a Fencomin y a los presidentes de las federaciones departamentales y regionales”, dice el párrafo central del convenio.
Nubarrones en el gas
Con la aprobación de un crédito de 540 millones de dólares de la CAF, Argentina acaba de asegurarse el financiamiento para revertir el gasoducto del norte, que hasta ahora lleva gas natural de Bolivia hacia esa región del vecino país, pero que muy pronto se encargará de transportar la producción del yacimiento de Vaca Muerta, desde finales del 2024.
De esa manera, Argentina garantizará su autosuficiencia en materia gasífera, prescindiendo del abastecimiento boliviano. Incluso, podrá exportar parte de su gas al Brasil, compitiendo por ese mercado.
Salarios: 10% vs. 3,1%
La Central Obrera Boliviana (COB) planteó su pliego petitorio anual, centrado en un incremento del 10% de los salarios.
Desde la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FELP) pidieron un diálogo tripartito, basado en que “para cualquier negociación de incremento salarial deberíamos tener en cuenta el valor que se ha perdido en la gestión pasada, vale decir la inflación, que ha sido aproximadamente del 3,1%”.
Fuente: Emilio Martínez – publico.bo