Así terminé gritando, luego de disfrutar de dos shows diferentes en interpretación, en distintos escenarios, pero con la misma emoción y el mismo protagonista: el legendario Miguel Mateos cantando para nosotros.
Así terminé gritando, luego de disfrutar de dos shows diferentes en interpretación, en distintos escenarios, pero con la misma emoción y el mismo protagonista: el legendario Miguel Mateos cantando para nosotros.
El primer concierto fue en Buenos Aires, en el Colón, una versión sinfónica, en la que el músico argentino brilló acompañado por la Orquesta Única de Buenos Aires y por su banda de cinco músicos. Fue el cierre de las celebraciones de sus 40 años de trayectoria y que ahora continúa con una gira por América Latina que, justamente, lo trajo este sábado a la Feria Exposición.
Ambos conciertos fueron un repaso de su exitoso repertorio de los ´80 y ´90. Versiones maravillosas de sus canciones históricas.
En la ciudad de la furia empezó con “Es tan fácil romper un corazón” y en la ciudad de los anillos arrancó con “Mi sombra en la pared”. No pudieron faltar “Beso francés”, “Si tuviéramos alas”, “Atado a un sentimiento” y la deslumbrante “Llamame, si me necesitas”, entre otras.
En ambos shows, dejó lo mejor para el final «Obsesión» y «Tirá para arriba».
Desde esa noche, desde la noche del sábado y hasta hoy, yo sigo cantando:
Arráncame el corazón
Sácame de este lugar
Y llévame muy lejos
Rodéame de espejos
Quiero ver solo tu reflejo
Obsesión, obsesión…
Fuente: Roberto Barbery Anaya.
