La fuga del Edén

Como los libros no discriminan, resolví leer a Cioran por mi cuenta. Sin los comentarios impertinentes de José María Barbieri. Pero el entendimiento no es pluralista: discrimina…

El caso es que me encontré con un texto que, implacablemente, no entiendo. Creo que propone una idea impertinente: al parecer, sugiere que Adán se fue del Paraíso deliberadamente…

Planteadas así las cosas, decidí volver al Café de siempre, resignado a tolerar el humor intempestivo de Barbieri. Comparto nuestro diálogo.



(Yo) ¿Usted se iría deliberadamente del Paraíso?

(José María) Claro, ya lo hice, y vos también…

(Yo) ¿Cómo es eso?

(José María) Bueno, el texto que te perturba de Cioran, dice que se va de Ibiza, igual que Adán del Paraíso, ¿no?

(Yo) Sí, pero no entiendo…

(José María) Lo que quiere decir es que en Ibiza encuentra una Plenitud que lo disuelve en el Infinito, porque ya no lo perturba nada… En otras palabras, que corre el riesgo de no existir ante la falta de incertidumbres (que corre el riego de no ser más un roedor incómodo en el Universo), reintegrándose así en la Perfección…

Ante ese “peligro”, Cioran prefiere volver a su vida miserable, igual que Adán se va del Paraíso…

(Yo) ¿Prefiere volver a su vida miserable?

(José María) Claro, porque la alternativa es no existir. Uno de los libros de Cioran se llama “Ese maldito yo”, ¿no?

En fin… Creo recordar que el texto que te perturba concluye así: “El yo se disuelve en el Paraíso o en todo aquello que se le parezca. Tal vez fue para “salvarse” por lo que Adán hizo lo que hizo. Temía su ruina por “felicidad””.

Quizá también insinúa que dejamos el yo cuando al llegar a la Plenitud ya no necesitamos competir (contra nadie, ni por nada).

(Yo) ¿Y cuándo me fui yo del Edén?

(José María) No sé, pero es indudable que estás aquí. Inclusive nos vimos el otro día en la cola del Banco Central, ¿no?

Fuente: Roberto Barbery Anaya.