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“FUI MONJA, FUI CREYENTE Y FUI ABUSADA »
Lucía Zegarra Ballón se inscribió en una casa de formación religiosa cuando tenía apenas 16 años. Se mudó de Arequipa, Perú, a Chaclacayo, Lima, para convertirse en monja. Una década después la vida la llevó a un encuentro íntimo con el papa Francisco, a quien le preguntó sobre el amor y le dijo: “Ya no soy católica y estoy más tranquila»
feliz”. F: Infobae/MiltonDelMoral
Con el Papa 👼🏼
Le toca el turno a ella. “Soy Lucía, tengo 25 años y soy de Perú”, dice.
Ahí le cuenta 🗣️ al Sumo Pontífice que no es su primera vez en el Vaticano y otras cosas: “Llegué después de haber tenido muchas crisis de fe. Creo que dentro de la iglesia no solamente hay abuso sexual, sino también hay abuso psicológico. Creo que la formación religiosa está basada en el abuso psicológico. He vivido en una casa de formación en la que se me prohibió ver a mi familia, en la que se me prohibió tener una comunicación con personas: todos los mensajes, correos electrónicos, llamadas, eran monitoreados. No tenía acceso a la información, no podía salir de ahí. Traté de luchar con mi fe de todas las formas que pude hasta que finalmente llegué a Roma, al Vaticano, y se cerró el círculo”.
No pudo ➕
“He hecho una denuncia pública por abuso en la cara pelada de la máxima autoridad de la institución que me violentó a mí y a tantas otras personas”, gritó en su cuenta de Instagram el 17 de abril, ocho años y dos días después de haber huido de la casa de formación. En aquel 15 de abril de 2015 argumentó que debía abandonar el convento porque no podía hacer las cosas bien en un estado de salud calamitoso. Estaba orgánicamente enferma. Tenía las defensas bajas. La depresión y la culpa la habían derrumbado. Permanecer implicaba un riesgo de vida.
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Desertó. Había somatizado el abuso 😢
Fuente: Ayyy Don Este
