El de rojo roba el celular. Ve que la víctima, tumbada y golpeada, ha dejado caer su celular, se acerca, roba y se va. Tenía petardos en sus manos.
Dentro de la barbarie y el salvajismo de una agresión en grupo apareció un ladrón al que más le importó robar.
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Fuente: Pepe Pomacusi Periodista