Macron volvió a condenar el asesinato de Nahel, un joven de 17 años, a manos de un agente de la Policía, pero también denunció su «instrumentalización inaceptable». Desde el martes, el país registra disturbios cada noche, con el incendio de ayuntamientos, comisarías y escuelas, y el saqueo de tiendas. El jueves, las autoridades desplegaron 40.000 agentes y detuvieron a 875 personas.