Wilde cuenta que una maravillosa tarde, impresionado por la puesta de sol pintada en un cuadro, se dirigió a una ventana con la intención de gozar del momento y se sintió decepcionado… Borges cuenta que una vez
le dijo a Cansinos Assens: “…qué hermoso poema suyo, Rafael, sobre el mar…”, y que el andaluz le contestó: “…sí, espero verlo alguna vez…”No es necesario ir a Roma para imaginar el blanco silencio de la luna sobre el Coliseo.
Fuente: Roberto Barbery Anaya.