ELAY
MI ADULAU…
Entonces le dije:
– ¿Qué hacemos en beneficio de la Cultura Cruceña?
Él me miró medio raro, y entonces dijo:
– No queda otra mi adulau. Sigamos pa’ adelante…
– ¿Estás seguro?
-le dije.
– ¡Como que me llamo Tito Lante!
-respondió con buen talante.
El ESCRIBIDOR.
Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR