ENTONCES
LE DIJE:
-Padre, ¿Cómo le hace para desarrollar su maravillosa obra?
– Yo no hago nada hijo. Es la presencia de Dios que lo hace posible.
…Yo solo soy su instrumento…
-respondió él, en el tono más humilde.
El ESCRIBIDOR.
Pd/
Se llama Nicolás, y Santa Cruz le debe mucho.
Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR