EL, O LA CUNUMI, Y EL, O LA CHOLA… #wjconsorciojuridico #widenjamesrivero Son raros…

EL, O LA
CUNUMI,
Y EL,
O LA CHOLA…

#wjconsorciojuridico #widenjamesrivero

Son raros, cada uno en su mundo y su realidad.
Camba el, o la cunumi, cholo o chola entre los collas.
Ordinarios e incultos ambos, lleno de traumas y conflictos existenciales.
Acomplejados cuando son pobres, insoportables cuando tienen plata.
Mal gusto para vestirse, siempre tratando de llamar la atención como sea. El perfume rechinante es su sello personal.
Infaltable:
El total desprecio a las normas de urbanidad.
– «Me cago en eso»
-dice el, o la cunumi.
– «Me vale la re-verga»
-dice el cholo o chola.
Es fácil reconocerlos:
Donde hay un o una cunumi, o un o una chola, siempre habrá un problema ocacionado por ellos. Una situación incomoda para el resto.
¿Donde andan?
En los semáforos.
Son los, o las primeras en tocar la bocina, aún se hallen a cinco cuadras de la esquina.
En el estadio:
Se exaltan, insultan, y pueden llegar hasta los golpes por «su equipo».
En lo personal:
Cuando son pobres, compran ropa usada pero de marca, o imitaciones baratas y muy malas.
Y ahí los ven, luciendo Adidas con cuatro rayas y no les importa, porque en su ignorancia no conocen la diferencia.
Pero…
Cuando tienen plata, compran ropa cara y de marcas originales.
Pero…
No saben combinarla. Por eso, son como caja fuerte, algo que solo ellos entienden en cuanto a combinación se refiere.
Y hay más…
Ver a un o una cunumi, o a un o una chola manejar un vehículo caro, eso es realmente un espectáculo.
Y ahí se los ve:
Sentados frente al volante, odiosos y odiosas, en el trono de plastico de su arrogancia.
Y claro…
Doblan donde no deben y sin aviso, se estacionan donde sea el tiempo que les de la gana, y si alguien les reclama en justa razón su error, pues…
¡Ellos son los más ofendidos!
Entonces estallan con insultos soaces, respondiendo a quien en justicia los reprende.
Un o una cunumi, y un o una chola son cosa seria…
Mucho más, cuando algo de poder politico tienen.
Le encanta ser empleados públicos; ese simple hecho los hace sentir importantes.
Y si son los dueños del negocio, ¡no hay empleados que los aguante!
¿Y cuando beben?
No puej.
El o la cunumi, y el o la chola, son los clásicos catarros; esos que nadie quiere recibir en su casa.
Son los ordinarios que hablan en voz alta, los ostentosos y resentidos, esos que se orinan en media calle sin problema.
Algo más…
Si llegan a ser autoridades, ¡Dios nos libre!
Ahi los ven.
Se afanan por salir en las noticias, ya sea hablando sandeces o haciendo el ridículo, ellos no se incomodan por nada.
Y si son corruptos, el cinismo es su estandarte.
En fin…
La lista de «cualidades» del o la cunumi, y del o la chola es larga.
¿Conocen alguien así?
Los leo.



El ESCRIBIDOR.

Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR