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MÁS QUE UN OASIS… UN PURGATORIO DE LA SELVA
Luego del trágico suceso en el «zoológico privado» 🙈 de Playland y que costó la vida de un excelente profesional biólogo, han comenzado a revelarse datos que hasta ahora eran desconocidos por la población y que apuntan a la responsabilidad de las autoridades de la Gobernación y a los propietarios del zoológico, que se hace llamar «bioparque».
Para entender 👀la complejidad de las responsabilidades y que resolvieron «hechando la culpa al muerto», hay que remitirse a los orígenes de Playland.
En una entrevista del 2018 al diario 📰 El Deber, el empresario Victor Pacheco, reconoció que el proyecto Playland nació como un parque de diversiones, con la proyección de incorporar el zoológico como parte de sus atracciones y sus propias palabras dijo…
📌»No era solo un parque acuático, sino también con juegos mecánicos y atracciones, como la casa del terror. Después pusimos un zoológico, o bioparque. Es el tercer zoológico más grande de Bolivia”.
Luego está la participación de la Gobernación SCZ y el Ministerio de Medio Ambiente, como las instituciones responsables de precautelar la fauna y vida silvestre.
Aquí 👉🏼precisamente es donde se cuestiona el cumplimiento de las funciones de estas instituciones públicas y que -dado los hechos- pareciera que simplemente dieron «via libre» a un negocio, sin siquiera pensar en el futuro que les depararía a los pobres animales que terminarían.
Los biólogos y veterinarios 🧑🏼⚕️🧑🏼🔬 de la comunidad protectora de la fauna silvestre, muchas veces expresaron su repudio a las condiciones en las que se encontraba el zoológico de Playland y que «extrañamente» seguía funcionando a vista y paciencia de la Gobernación y el Ministerio de Medio Ambiente.
La investigación policial 👮🏼 resolvió «cuestionar al muerto» por un descuido, sin siquiera hacer los peritajes a las instalaciones en donde le hecho trágico sucedió.
En conferencia de prensa, autoridades nacionales 🧿 indicaron que el zoológico -que se hace llamar bioparque- Playland estaba en proceso de cierre y desde la Gobernación, el silencio grita su parte de culpa en todo esto.
🎯Todo apunta a que al final, el negocio no resultó rentable para el empresario, y tal como lo hizo con otros parques, su orgulloso «tercer zoológico» más grande de Bolivia, resultó inviable para su mantenimiento.
Fuente: Mauricio Porras Periodista