¿GOLPE DE ESTADO? Otra época… Militares realmente patriotas que sacaron a palo y bala …

¿GOLPE
DE
ESTADO?

Otra época…
Militares realmente patriotas que sacaron a palo y bala a los terroristas sesenteros.
Pero claro…
Una historia mal contada, donde los malos resultaron ser los militares.
Y la gente creyó.
Se entiende.
En eso son expertos estos zurdos.
Son los maestros de la impostura, genios de la mentira y victimizacion.
Miren…
El 67′, los militares patriotas defendieron al pais de una invasión militar e ideológica que venía dese Cuba.
Llegaba el Carnicero de la Cabaña al frente.
No puej…
Los militares bolivianos hicieron respetar la soberanía nacional, pero…
El discurso de «las víctimas de la dictadura» se impuso.
El lloriqueo zurdo se impuso, a tal grado que al Carnicero de la Cabaña lo consideran poco menos que un santo en Vallegrande.
Estúpidamente cierto.
Luego vino la revolución del 71′, con otros actores y el mismo discurso zurdo: Ellos aparecían como las «pobres víctimas», alentados por una generación de músicos y poetas como Horacio Guaraní, Piero o Mercedes Sosa, artistas que se hicieron ricos con la pobreza como discurso.
Típicos zurdos que decían detestar a los ricos, pero vivían, disfutaban y viajaban como ellos.
Pero…
Los militares sesenteros tenían la razón, porque el comunismo y sus derivados son una lacra, tanto en acción como en pensamiento.
¿Golpe de estado en Bolivia?
A ver…
El último golpe estado en Bolivia se lo dieron a Gonzalo Sánchez de Lozada.
Y los golpistas fueron los que ahora gobiernan, con la complicidad de Carlos Mesa, vicepresidente de Sanchez de Lozada. Carlos Mesa, el primer golpista de esa lista, el primero en traicionar al presidente.
Y claro…
«Golpe de estado» , dijeron los zurdos, cuando el «Patria o muerte» huyó lloriqueando, ante un movimiento cívico nacional.
Ahhh, pero nooo…
Los zurdos contaron su versión, y se inventaron muertos que ellos mismos generaron, para aparecer luego como «las eternas víctimas» de siempre.
¿Y ahora?
Ahora presenciamos, la puesta en escena más estúpida y burda que la razón creativa pueda concebir.
Un mal guión armado sin descaro, un cuento donde alguien con gorra salió traicionado.
A ver…
Ojalá, ojalá que ese alguien de gorrita no aparezca en alguna celda «suicidado», o saltando por alguna ventana de un piso quince, dejando alguna carta escrita con una letra y firma que ni remotamente se parecen a la suya.
Golpe…
¿Golpe el de la plaza Murillo?
🤣🤣🤣

El ESCRIBIDOR.



Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR