“El gobierno de Arce es una máquina incansable de crear conflictos y peleas políticas”. “¿Qué nos está pasando?” “Desd…

“El gobierno de Arce es una máquina incansable de crear conflictos y peleas políticas”.

“¿Qué nos está pasando?”

“Desde la cárcel y sin rencor alguno, digo que Bolivia necesita un cambio”



Luis Fernando Camacho, Gobernador electo de Santa Cruz, se expresa de manera extendida mediante sus redes sociales sobre la situación política y económicas del país.

Bolivia es el segundo país más riesgoso para invertir en Latinoamérica. Solo por abajo de la dictadura venezolana.
Las calificadoras internacionales nos muestran como un país peligroso para invertir debido, entre otras razones, a la inestabilidad y la falta de seguridad jurídica. Es decir, debido a la mala política.
Por otro lado, actualmente, los dólares se cambian en el mercado negro con un 50% por encima del tipo de cambio oficial y los bolivianos que quieren hacer comercio se ven obligados a buscar dólares en las fronteras. Todos podemos imaginar los costos y la inseguridad de ir buscando dólares en fronteras.
A todo ello, se suma la escasez intermitente de diésel. Escasez que termina afectando, no sólo al transporte sino, directamente, a la producción.
Lamentablemente, esa es la realidad. Tenemos un país con una crisis que es profunda y es estructural.
Los hogares bolivianos viven el peor momento económico en décadas. Y la incertidumbre es cosa de cada día.

¿Qué nos está pasando?

La verdad es esta: al fracaso histórico del modelo masista y a la mala gestión económica del presidente Arce, se suma la falta de capacidad del gobierno y del propio presidente para crear estabilidad en el país.
El gobierno de Arce es una máquina incansable de crear conflictos y peleas políticas. Para eso es bueno el gobierno. Para romper la convivencia pacífica y el diálogo. Ese es el modo de gobernar que ha elegido Arce. Y ese modo de gobernar, basado en la inestabilidad y en la pelea política, ha terminado de hundir la economía de Bolivia y de los hogares bolivianos. Eso es lo que nos está pasando. Tenemos un mal gobierno. Un gobierno conflictivo.
Por ejemplo, recordemos que el modelo productivo cruceño sigue soportando y empujando gran parte de la economía del país. Y recordemos que Luis Arce ha insistido, durante todo su gobierno en pelear, de modo absurdo, contra Santa Cruz. Arce ha impulsado absurdos juicios políticos contra muchos cruceños. Contra cívicos, contra autoridades electas, contra rectores, contra estudiantes, contra líderes trabajadores, contra empresarios, inversores y contra una larga lista de gente cuyo único delito es no pensar como Arce.
¿Cuál era el sentido de esa política de acoso y desprecio contra todo lo que sonaba a cruceño? ¿Beneficia eso a Bolivia? ¿Beneficia eso a Santa Cruz? ¿Beneficia eso a la economía de los hogares bolivianos?

Desde la cárcel y sin rencor alguno, digo que Bolivia necesita un cambio. Un cambio fuerte. Un cambio hacia un nuevo modelo de convivencia. Un cambio hacia la democracia y un cambio hacia la prosperidad.

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Fuente: DTV