CADA
CUMPLE…
¡Un año menos!
Con el auspicio de:
#wjconsorciojuridico
#widenjamesrivero
#kikesport
En trescientos sesenta y seis días seré “oficialmente viejo”.
Sip.
El próximo nueve de julio, seré un “viejo certificado”.
Y claro…
Recuerdo que desde chico no me gustaban los té de cumpleaños.
Mamá me bañaba, me ponía bonito y me llevaba al té, con el regalo en mano.
No decía nada, pero yo odiaba eso…
Y así.
Mi último cumpleaños en familia fue cuando cumplí trece, creo.
Mi cumple número quince lo festejé en el cine City Hall mirando Roller Boogie.
Alucinando con tener patines con botas que no podía comprar y ahora, en este cumpleaños, son el regalo que yo mismo me hago.
Aún recuerdo…
Los diecisiete lo celebré con una hamburguesa “El Chavo”, esas que vendían en la Irala.
Así vivía…
Hasta que tuve mi propia familia, fueron cumpleaños casi siempre solitarios.
Y bueno…
Muchos cumpleaños y navidades solitarias marcan a cualquiera y la cosa es simple:
Uno se adapta, se llena de resentimientos, o se muere.
Y bueno.
Aún no muero y eso es ganancia.
Y lo mejor.
Soy feliz y agradecido con la vida. Los resentimientos son para mentes inferiores.
Pero…
No quiero convertirme en un viejo lamentoso, de esos que solo hablan de remedios para el dolor de todo.
Menos deseo ser un “viejo verde”, con la cabeza color patasca.
Y para eso…
No existe nada mejor que el deporte, la paz mental, la salud emocional y la conciencia tranquila.
Es fácil.
Ahora puedo darme lujos simples, como manejar mi tiempo y hacer lo que me hace sentir bien y hace bien a los demás.
Escribo libros, doy conferencias, viajo mucho, hago música y tengo mi propio minicentro cultural.
Mi único y pequeño reino.
Conozco mucha gente y me siento bendecido, porque adonde llego puedo mirar a todos de frente, sin que nadie me señale con algún dedo acusador.
Es todo lo que necesito.
Ya no espero mucho y nada me decepciona. Por eso miro a los políticos y conocedor de la historia, ya sé que todo se repite.
Y en cuanto a mi…
De manera muy personal…
Hoy empiezo un desafío que durará trescientos sesenta y seis días, si es que no muero antes.
En síntesis:
En un año y un día, quiero convertirme en un viejo atléticamente apto para todo, al menos lo que se pueda.
Es un compromiso que públicamente asumo, un reto que me compromete a no fallar.
Y bueno.
En un año, cuando sea “oficialmente viejo” quiero que mi cumple me halle bien, siendo un ejemplo para esos hombres y mujeres que renuncian a vivir porque consideran que “ya no tienen edad para…”
En fin.
Desde hoy.
Patinando y entrenando en el viejo gimnasio del estadio, ahí junto a la piscina, empieza la última etapa de mi vida.
La mejor etapa de todas.
Estaré por las tardes, ahí, en el estadio, junto a la curva de Bloo.
Listo:
ADELANTADO FELIZ CUMPLEAÑOS A MI…
El ESCRIBIDOR
Pd/
Gracias Percy Dueñas por el ejemplo.
Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR