Un nuevo caso de biocidio ha conmocionado a la ciudad de Santa Cruz. En el condominio San Francisco II, un indefenso gatito comunitario, al que varios vecinos alimentaban y cuidaban, fue arrojado desde las alturas del edificio en circunstancias que han dejado al vecindario consternado.
El hecho ocurrió la madrugada de ayer, alrededor de las 3:00 a.m., cuando presuntamente alguien subió al pequeño felino, de tan solo 8 meses, para lanzarlo desde el edificio. Según los residentes, el gatito no tenía forma de ingresar por su cuenta a los pisos superiores, ya que el edificio carece de balcones o acceso libre hacia las alturas. El animal, conocido por ser dócil y juguetón, sufrió graves lesiones tras el impacto. Pese a los esfuerzos por auxiliarlo, debió ser sacrificado por razones humanitarias debido a la gravedad de sus heridas
Los guardias sabían de lo sucedido a las 3 am empero no avisaron a los vecinos y lo dejaron ahí agonizando al gatito hasta que a las 7 am una vecina comunicó por los grupos de WhatsApp que lo había encontrado, momento en el que recién fue auxiliado y llevado a un centro veterinario.
Respuestas y Obstáculos en la Investigación
La situación ha generado indignación, especialmente porque la administración del condominio inicialmente se negó a compartir los videos de las cámaras de seguridad con los vecinos, argumentando que las mismas «no funcionaban» justo ese día. Sin embargo, no pudieron negar el acceso a las autoridades de Sub Dirección de Zoonosis – Santa Cruz y la Policia Forestal y Preservacion del Medio Ambiente (POFOMA), quienes el día de hoy obtuvieron copias de las grabaciones.
El comportamiento del personal administrativo ha suscitado dudas entre los residentes, quienes señalan que algunos vecinos se habían mostrado previamente molestos por la presencia del gatito en las áreas comunes. Para los activistas y defensores de los derechos de los animales, este caso no es solo un acto de crueldad individual, sino una muestra más de la necesidad urgente de aplicar sanciones ejemplares para proteger a los seres más vulnerables.
El biocidio, tipificado en el Código Penal boliviano, merece una investigación rigurosa y sanciones contundentes. Los activistas exigimos que este caso no quede en la impunidad, pues representa un patrón de crueldad que lamentablemente se repite en distintos puntos de la ciudad y las sanciones tienen que ser aleccionadoras.
Mientras se espera el avance de las investigaciones, el clamor es claro: justicia para el pequeño felino y un llamado firme a combatir la crueldad hacia los animales con la misma fuerza con que se defiende cualquier otra forma de vida.
Fuente: Facebook Nadia Beller