1. Claure es un empresario económico y deportivo. En esos ámbitos, ha demostrado que sabe moverse con éxito.
2. Como ciudadano, desde sus redes, y desde su visión empresarial y liberal de la economía, ha venido incursionando en la emisión de opiniones sobre la coyuntura política en un momento que Bolsonaro, Miley, Bukele o Trump, parecen ser los referentes internacionales de quienes luchan contra el llamado Socialismo del Siglo XXI.
3. En esa condición, y con un grado de ingenuidad difícil de sostener para la experiencia empresarial y el éxito que ostenta, ha publicado una encuesta de coyuntura sobre los problemas de la sociedad boliviana y la preferencia electoral, según él, «con la encuesta más transparente y completa» que se hubiera publicado. Al ingresar a un espacio de grandes sensibilidades, las reacciones están teniendo la proporción de las expectativas generadas y las molestias producidas. «¿Quién es Claure para dictar conductas políticas a la sociedad boliviana?»
4. Construida laboriosamente la desconfianza y sembrados los prejuicios más exquisitos en nuestra vida cotidiana, él reivindica sin embargo, un legítimo derecho ciudadano para ofrecer sus modestos servicios a quién ocupe la presidencia, quien sea según sus palabras, para luchar contra la pobreza. Su primer encuesta publicada (asumo que no será la única si quiere ser responsable), ofrece algunos nombres de quienes están en la danza de la popularidad y pudieran serlo. Un primer supuesto que nace de su propia crítica, es que su predilección no iría con los posibles candidatos masistas aunque muchas opiniones le recuerdan con fotos, una relación empresarial con Evo Morales.
5. La población que alimenta su criterio, se expresa a través de las redes y está emp*tada con la crisis del combustible y la falta de divisas, ha recibido la generosidad del empresario como una buena señal. Los líderes emergentes que se han visto marginados (Vicente Cuéllar, Rodrigo Paz, Amparo…) le restan equilibrio. Las críticas no se han dejado esperar por la inclusión de Evo cuya candidatura está en entredicho histórico y jurídico. Por quienes ven una tendencia en favor de Manfred. Y por quienes le restan autoridad total sobre un tema que no tiene que ver con sus empresas y por lo tanto, desconfían de la supuesta independencia que pregona.
6. ¿Porqué no apoya abiertamente a Samuel Doria Medina, empresario como él y con un discurso similar en la lucha contra la pobreza a través del trabajo? ¿Porqué no apoya abiertamente a Tuto que tendría un discurso liberal similar al suyo? ¿Porqué no apoya a las nuevas generaciones de políticos emergentes que plantean conductas discursivas distintas de las tradicionales? ¿Será parte de una segunda etapa? ¿Tenemos que estar preparados a que se realice una invitación pública para sumarse? ¿Soportará la presión insoportable de mantenerse neutral luego de esta primer incursión en un mundo nuevo y encantador?
7. Lo que está claro es que ha cumplido, comunicacionalmente, su primer objetivo: está posicionado en la tabla del debate y ha logrado incomodar a Tirios y Troyanos, que lo querrían con ellos por la potencia de sus recursos (materiales y simbólicos) o lo ven peligroso si estuviera con «el otro».
8. El mecenas del siglo XXI tendrá que entender que las claves de relacionamiento humano en la política y la sociedad, no corresponden a las que tiene como parte de su ejercicio empresarial; y para que no se frustre muy rápido y su trajín tenga perspectiva, alguien de su entorno tendrá que advertirle que la sociedad boliviana está escaldada de autoritarismo y prepotencia.
9. Creo que hay una tarea que Marcelo puede ayudar con creces, más allá de sus posibles veleidades, sueños inconclusos o convicciones ciudadanas, y tiene que ver con las claves que maneja y Bolivia necesita: superar el lamento boliviano para ingresar al Mundo del Siglo XXI, sostenible, competitivo, humano… Que acabe la conmiseración frustrante en favor del débil y la espera de comprensión y caridad cuando se necesita superación con trabajo digno, lejos del narcotráfico, la expoliación de los recursos naturales, fortaleciendo la libertad de creatividad y pensamiento.
Tengo la sensación que esta película recién comienza. El titular con el que empieza este post, así lo presagia.
Fuente: Carlos Hugo Molina