Piscina, restaurante, billar, aire acondicionado, tv, celular.
Hay áreas que son como condominios cerrados, donde mandan los reclusos.
Nada que ver con las pequeñas celdas que se ven en las películas.
Ni pensar en puertas con rejas.
En Palmasola se puede salir a pasear, a comer, a jugar, a visitar amigos, por el “condominio”.
Para ir de Chonchocoro (La Paz) a Palmasola (Santa Cruz), Nallar usó un sueter Luis Vouitton de más de 2 mil dólares.
En Palmasola, como en la vida (y mucho más que en la vida) la plata manda.
Ver menos
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Fuente: Pepe Pomacusi Periodista