Jose Hugo Antelo Eguez
El problema de la oposición es este. No hay proyecto, no hay una sola idea. No les importa ser de derecha, de izquierda o liberales. Les basta con no ser masistas (y por ende les terminan siendo funcionales). Lo peor es que lo dicen con cierto orgullo. Farsean su ignorancia.
Precisamente por esto es que el MAS siempre gana las elecciones: porque ofrece algo. Obviamente el proyecto del MAS es nefasto, pero tiene un proyecto, un discurso y una idea que comunicar a los votantes.
Por otro lado, ¿qué ofrece la oposición? ¿No ser masista? ¿Qué le importa eso al ciudadano que vive del día y que le preocupa la escasez y la devaluación de la moneda?
La oposición en Bolivia es hueca, es vacía. Carece de ideas que los orienten. A muchos (no a todos) sólo les interesa acceder al poder.
¿Para qué? Ni ellos lo saben.
Por esto también hay tanto desbande en los intentos de partidos políticos que tenemos. Porque su único elemento de cohesión entre sí es que babean por una pega, de ideologías o proyectos de país ni hablar.
Muchos se van a querer convertir en el ‘Milei boliviano’, cuando eso es un error garrafal porque:
1. Bolivia no es Argentina, no hay que copiar, hay que crear;
2. En Bolivia no hay liberales serios, ni una derecha sólida con proyecto serio.
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En todo caso, si el MAS pierde en 2025, volverá en 2030, esto si es que la oposición no genera un proyecto político con contenido ideológico y genera un cambio en el sentido común de la política nacional.
Necesitamos ideas. El país va a cambiar cuando las ideas de la libertad lleguen a espacios de poder para cambiar las cosas, no cuando un antimasista llegue al poder sin saber para qué.
Fuente: Jose Hugo Antelo Eguez