En una entrevista la clave casi siempre es la repregunta más que la pregunta.
Por eso escuchar es clave. Y procesar a toda velocidad. Siempre pensar antes de disparar. Y serás certero. No cien disparos. Uno.
Una buena pregunta. Una buena repregunta. Un disparo es suficiente.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista