Arce inauguró planta estatal de procesamiento de soya.

El país produce unas 183.000 toneladas de aceite refinado. Esta planta estatal producirá 62.000 toneladas de este aceite, es decir un tercio de la producción total.

Al mismo tiempo, la producción boliviana de aceite crudo es de unas 630.000 toneladas anuales y la planta producirá 57.000 toneladas de este aceite, es decir, apenas el 11%.

Esto significa que la planta no está enfocada a los biocombustibles sino al mercado de alimentos.



Y en esa medida competirá con los empresarios privados, aunque se diga que no. Es probable que se quiera exportar este aceite para conseguir dólares, como en otros procesos de “industrialización”
estatista del pasado.

El Estado debe ocuparse de la salud, que es un desastre, no de hacer lo mismo que los privados cruceños hacen desde los años 40 del siglo pasado.

Lo más probable es que los funcionarios produzcan cada litro de aceite más caro que los que saben el oficio. El costo lo absorberá el Estado, incrementando su deuda.

¿Por qué hacen esto? Por ideología, pero también por las comisiones que genera el montar plantas. Muchos ya no piensan en el país sino en sus bolsillos.
Se puede y se debe ahorrar 11.000 millones de bolivianos al Estado deteniendo el negociado de hacer empresas inservibles y elefantes blancos. Así bajará el déficit fiscal radicalmente.
Lo haremos. Es mi compromiso.
#SamuelSoluciones

Fuente: Samuel Doria Medina