La petaca del jugador de Guabirá es un retrato del profesionalismo en nuestro fútbol.

¿No había preparador físico?

¿No había nutricionista?

¿No había director técnico?



¿No había profesionalismo en el jugador?

Uno recuerda cómo lucen de esculpidos los cuerpos de jugadores de otros torneos y entiende por qué nos va como nos va.

Fuente: Pepe Pomacusi Periodista