Ese enorme árbol fue un gran obstáculo. Y se convirtió en un enorme atractivo. Hoy es un ícono de São Paulo. Convierte tu obstáculo en tu virtud. Tu defecto en tu atractivo. Se puede. Eso hicieron en este famoso restaurante, hoy cargado de encanto.
Ese árbol estorbaba para construir un restaurante. Invitaba a desanimarse. Era muy grande. ¿Tumbarlo? ¿O hacerlo parte del paisaje, del entorno, del proyecto?
Decidieron construir el restaurante respetando la naturaleza. Construyeron todo sin arrancarle nada. Ni una rama. Ni una hoja.
Y ese árbol, el Figueira Rubaiyat, le dio el nombre a uno de los restaurante más célebres de São Paulo. La higuera (Figueira) le ganó a todo. El obstáculo fue la carta de triunfo.
Hoy venir a São Paulo y comer debajo de este árbol de más de 145 años de vida es un ritual de distinción, buen gusto y respeto por la naturaleza.
Hoy tuvimos el privilegio de comer y admirar. Y de aprender. Tú obstáculo puede ser tu virtud. Lo que muchos pueden ver como tu defecto, puede ser en realidad tu carta de triunfo.
Esas ramas del Figueira Rubaiyat pudieron frenar un sueño. Y acabaron impulsándolo. Consagrándolo.
Gracias GABY Top Travel por traernos a este bello sitio, la noche antes de irnos a disfrutar de Shakira, una pequeña mujer que se convirtió en un enorme figura de la música mundial.
Porque los obstáculos están ahí para hacernos crecer.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista