Mi cuarto de estudiante. Era en Sopocachi. Alquilaba una habitación compartida con un compañero de Muyurina, de Montero, como yo. Él estudiaba arquitectura en la UMSA, yo comunicación en la Católica.
Ahí están mi lámpara, mi diccionario, mi póster de Maradona, mi mesita, mi silla, mi ropero de plástico, mis apuntes. Y mis ganas. Ahí estaban las dos camas y la cocinilla. Todo era muy pequeño, muy sencillo y muy lindo.
Desde entonces ha sido largo el trajín. Y ha sido hermoso. Paso a paso. Empecé saliendo a las calles con una grabadorita y una libreta de apuntes a buscar personajes, noticias, enfoques, cargado de temores y lleno de incertidumbre por lo que podía venir. Después pude transmitir en vivo por TV desde la India y desde Gran Bretaña. Dios ha sido bueno.
En mi carrera primero fueron los diarios, después llegó la TV, más tarde vinieron las revistas, luego la radio, ahora también las redes.
Todo muy bello. Nunca fácil, siempre desafiante, siempre apasionante.
Me encanta encontrar estas fotografías. Recordar cómo fue el inicio. Le agradezco a Dios por haber sentido siempre su presencia en mi vida.
El camino aún es largo. Confío en en ir de su mano hasta donde Él quiera que vaya.
Siempre listo.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista