Ayer me brincaron los encapuchados. Iba con dos mujeres de mi familia, una de ellas menor de edad. En plena carretera. Se me cruzaron. Nos pusieron en peligro.
Lo más indignante: las autoridades han intentado justificar este abuso intimidatorio como parte de “controles rutinarios”.
“Rutinario” que haya encapuchados interceptando vehículos en las carreteras.
“Rutinario” que se te crucen y te pongan en peligro.
“Rutinario” que usen vehículos sin ninguna inscripción de vehículo oficial y operen desde vehículos particulares con bidones de gasolina en el techo.
Lo rutinario más bien es intentar justificar lo injustificable.
Hoy voy a hablar de esto en la radio.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista