Una nevada histórica tiñó de blanco la cordillera de los Andes en el norte de Chile, cubriendo todas sus cumbres desde Arica y Parinacota hasta Atacama. Es la primera vez en 10 años que se registra un manto blanco continuo en esta región, gracias a un inusual sistema frontal que sorprendió a zonas áridas con intensas precipitaciones.
Las imágenes, incluso captadas por satélites de la NASA, muestran un paisaje inédito que no se veía desde antes de la megasequía. Este fenómeno no solo ha dejado postales impactantes, sino también esperanza para los ecosistemas y reservas hídricas del norte chileno.
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Fuente: Periodismo Somos Todos
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