Las campanas de la iglesia de mi pueblo no suenan: hablan. Y cuando hablan,…

Las campanas de la iglesia de mi pueblo no suenan: hablan. Y cuando hablan, no lo hacen al aire, sino al alma. Cada tañido tiene un sentido, una emoción, una memoria fundida en metal.
https://t.co/sX6rdzvywC https://t.co/yYdSDhRK2r

image,
Fuente: Andrés Gómez Vela