En el hospital Japonés, una familia humilde atraviesa momentos de angustia tras recibir la noticia de que su padre, un adulto mayor de 66 años que sufrió un accidente cerebrovascular, será dado de alta pese a su delicado estado de salud.
El paciente, internado hace 15 días, presenta secuelas del ACV y padece enfermedades de base como hipertensión y diabetes. Sin embargo, los médicos insisten en que debe continuar su recuperación en casa, exigiendo condiciones de atención médica, equipos y personal que la familia no puede costear.
Los allegados piden que las autoridades intervengan y se garantice el derecho a una atención digna y adecuada para su ser querido, que aún lucha por su vida.
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Fuente: Periodismo Somos Todos