Branko hoy, lejos de Tuto, perdiendo cada día más poder pero soñando con recuperar algo en

Branko hoy, lejos de Tuto, perdiendo cada día más poder pero soñando con recuperar algo en las subnacionales.

• Primero quiso ser presidente: renunció a su candidatura para intentar ser vice de Tuto, al que antes había masacrado mediáticamente.

• Ya aliado de Tuto y esperanzado en él para ser candidato a vicepresidente, Branko vio cómo Tuto eligió a JP como su candidato a vice. A un desconocido e inexperiente JP, listo para muchas cosas, menos para la política. Con la sorpréndente y equivocada decisión de Tuto, a Branko le quedó ser solo aspirar a ser senador.



• Branko empezó a soñar entonces con ser presidente del Senado, tercer hombre más importante del país y ocasionalmente presidente interino. Se imaginaba en el famoso sillón, firmando algún decreto: pero perdieron las elecciones y todos esos sueños se esfumaron de un urnazo democrático.

• Branko comenzó a soñar entonces con ser jefe de la bancada de senadores de LIBRE en la asamblea Legislativa Plurinacional: pero Tuto eligió a Tomasa Yarhui para ese cargo.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

• Tuto hizo públicas su protesta, su rabia y su bronca. Se quedaba con casi nada de poder, con un pedacito muy chiquitito y teniéndose que ir a vivir a La Paz, mimetizado entre 36 senadores, muchos de ellos anodinos, desconocidos, mediocres.

• No le salió una a Branko. Por menos le dicen Kencha a Samuel.

• Ahora no debe ser fácil para Branko ver al humilde capitán Edman Lara Montaño, ex vendedor de ropa usada en la Plaza de El Torno, convertido en vicepresidente. No debe ser fácil para Branko ver a la humilde abogada de pollera llamada Tomasa Yarhui convertida en jefe de bancada de senadores de LIBRE. Verla convertida en su jefa.

• Por eso rápido va a renunciar a su senaturía, va a volver a Santa Cruz y va a intentar ser gobernador.

• Le va a tocar atacar al gobernador Luis Fernando Camacho, gracias al cual pudo retornar a Bolivia después de diez años huyendo del masismo y al que nunca visitó en sus casi tres años de encierro en Chonchocoro.

• Le va a tocar sumarse a la ingratitud de Guido Náyar, otro que volvió al país gracias a Camacho, después de estar huyendo varios años del país y que también quiere el sillón de gobernador, ahora que huele más a jubilado que a otra cosa y al que los nuevos cruceños no recuerdan ni conocen. Náyar es otro que nunca fue a decirle gracias a Camacho y que nunca lo visitó en su duro encierro.

• Empresario exitoso y respetado, hombre de fortuna y muchos amigos, quizá a Branko le convenga más un camino lejos de la política. O intentar una nueva experiencia cívica. Branko aportó mucho en su momento. Puede construirse un mejor final de ciclo.

• Por lo menos yo, creo que merece más que otra elección perdida. De verdad, merece un mejor final de ciclo. Merece un cierre a lo grande a su tarea empresarial.

Fuente: Pepe Pomacusi Periodista