Trump juega a enloquecer a Maduro. Es un maestro de la guerra sicológica. Juega a asustarlo.
Trump es un jugador de poker. Juega al engaño. Y lo hace con convicción. Le acerca portaaviones a Maduro. Le
hunde alguna embarcación. Le acerca militares, ordena algunos sobrevuelos. Pero no invade. No ataca Caracas.
Lo suyo es el susto. Buscando enloquecer a Maduro. Claro que es como un jugador de poker que juega con una pistola al lado de sus fichas.
Falta por verse cómo acaba la partida. Porque Maduro se asusta pero también sigue jugando. Suda, pero juega.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista
