YO CREÍA SER SOCIALISTA, HASTA QUE… Con el auspicio de: #wjconsorciojuridico #widenjam…

YO CREÍA SER
SOCIALISTA,
HASTA QUE…

Con el auspicio de:
#wjconsorciojuridico #widenjamesrivero

Yo creía eso.
Hasta que una noche, la mamá de mi amigo Eddy Osinaga me reveló una verdad que jamás habia escuchado.
Yo estaba a punto de cumplir dieciocho y lo que ella dijo cambió mi vida.
– «Pobre, es quien decide y acepta ser pobre.»
Veran…
En ese tiempo, yo andaba por ahí cantando canciones de protesta, hasta que me di cuenta que los socialistas cantantes de protesta, se hacían ricos cantando sobre las desgracias de la pobreza.
Y vi que los líderes socialistas llegaban a mi barrio para luchar contra la pobreza, pero lo hacían en vehículos caros.
Algo no cuadraba.
Fue entonces que quise salir de dudas.
¿Y cómo?
¡Leyendo!
Ahí supe que Karl Marx, el hombre que se alzó contra los obreros esclavizados e introdujo conceptos como la lucha de clases, la dictadura del proletariado y la importancia del trabajo, era en realidad un burgués borracho y adicto a los burdeles, un tipo mantenido por su mujer y por la plata ajena que recaudaba para «su lucha.»
Y de ahí en más, supe que los socialistas no viven de acuerdo a lo que predican.
A mis dieciocho años, supe que el socialista es un resentido con la vida.
Por eso, siempre que puede maldice a los ricos, solo por que él no pudo serlo…
Pero entonces ocurre el milagro:
Aparece otro fracasado como él, otro «socialista» como él, el vivo que dice representarlo.
Y ahí lo ven al «representante de los pobres», al «líder de las clases oprimidas», al que declara a viva voz «patria o muerte…»
Y de a poco, la vida del «líder de los pobres» cambia…
Aparece con mejor ropa, usa el mejor teléfono, se desplaza en avión de aquí para allá…
¡Sin trabajar como todos!
¿Y con que plata hace todo eso?
Con la plata de la gente realmente pobre, la plata de esa gente que le cree, gente que jura convencida que el «líder» los sacará de sus miserias cotidianas.
La gente que aporta con su sacrificio a «la lucha.»
Entonces ocurre el «milagro»:
¡La pobreza desaparece!
Desaparece de la vida del «líder socialista» y su pequeño entorno.
Pero los pobres seguirán siendo pobres, para justificar el discurso de los caudillos.
Eso aprendí a mis dieciocho años.
Supe que los comunistas rusos fueron aliados de los nazis, en la primera etapa del gobierno de Hitler.
También supe que entre socialistas, comunistas y fracasadas ramas afines, ya suman más de setenta millones de víctimas entre muertos y desaparecidos.
En esa época sentí rabia.
Me sentí estupido.
Pero entonces…
Cambié mi visión de vida, me puse metas y objetivos de superación personal, sabiendo que a la pobreza se la derrota generando riquezas.
Entendí que el truco del cambio estaba en la lectura, en el conocimiento y entendimiento.
– ¿Cómo ser exitoso?
Pensando y actuando como los exitosos.
– ¿Cómo generar riqueza?
Dejando de ver a los ricos como si fueran lo peor, más bien, aprendiendo de ellos.
– ¿Cómo cambiar mi pensamiento?
Dejando de lado las excusas estupidas como:
– «Ser pobre, es la voluntad de Dios»
– «Es nuestro destino, ¿que le vamos a hacer?»
– «Bienaventurados los pobres»
– «Tuve mala suerte»
– «No tuve oportunidades»
En fin…
Otro día les escribo más del tema.
Ahora estoy viendo box desde la asamblea plurigritacional, y lamentando la muerte de una jovencita suicida, otra huérfana con padres vivos que muere.
Y créanme, veo a esos huérfanos todo el tiempo, en las conferencias que doy…
Así estamos.



El ESCRIBIDOR.

Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR